Znaleziono 248 Wyniki dla: confesión de pecados
En él y por su sangre fuimos rescatados, y se nos dio el perdón de los pecados,fruto de su generosidad inmensa (Carta a los Efesios 1, 7)
Ustedes estaban muertos a causa de sus faltas y sus pecados. (Carta a los Efesios 2, 1)
Ustedes estaban muertos por sus pecados, y su misma persona no estaba circuncidada, pero Dios los hizo revivir junto a Cristo: ¡nos perdonó todas nuestras faltas! (Carta a los Colosenses 2, 13)
al impedirnos hablar a los paganos para que se salven. Lo hacen todo para colmar la medida de sus pecados, pero la condenación está para caer sobre ellos. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 16)
para los adúlteros y los que tienen relaciones sexuales entre hombres o con niños, para los mentirosos y para los que juran en falso. Habría que añadir todos los demás pecados que van en contra de la sana doctrina, (1º Carta a Timoteo 1, 10)
No impongas a nadie las manos a la ligera, pues te harías cómplice de los pecados de otro; (1º Carta a Timoteo 5, 22)
consérvate sin mancha. Hay personas cuyos pecados son notorios antes de cualquier investigación; los de otros, en cambio, sólo después. (1º Carta a Timoteo 5, 24)
De esta clase son los que se meten por las casas engatusando a mujeres infelices, llenas de pecados, movidas por toda clase de pasiones, (2º Carta a Timoteo 3, 6)
El es el resplandor de la Gloria de Dios y en él expresó Dios lo que es en sí mismo. El, cuya palabra poderosa mantiene el universo, también es el que purificó al mundo de sus pecados, y luego se sentó en los cielos, a la derecha del Dios de majestad. (Carta a los Hebreos 1, 3)
por esta razón debe ofrecer sacrificios por sus propios pecados al igual que por los del pueblo. (Carta a los Hebreos 5, 3)
A diferencia de los sumos sacerdotes, él no tiene necesidad de ofrecer diariamente sacrificios, primero por sus pecados, y luego por los del pueblo. Y para el pueblo no lo hizo sino una sola vez ofreciéndose a sí mismo. (Carta a los Hebreos 7, 27)
Yo perdonaré sus maldades y no volveré a acordarme de sus pecados. (Carta a los Hebreos 8, 12)