Znaleziono 132 Wyniki dla: descendientes de Jafet

  • Pasados muchos años, cuando a Dios le pareció bien, Nehemías, despedido por el rey de Persia, mandó que los descendientes de los sacerdotes que habían escondido el fuego, lo fueran a buscar. Pero, como ellos informaron que no habían encontrado fuego, sino un líquido espeso, (2 Macabeos 1, 20)

  • Espera un poco y verás su gran poder, cuando te atormente a ti y tus descendientes.» (2 Macabeos 7, 17)

  • El que confía en ella la heredará, y sus descendientes disfrutarán de ella. (Sirácides (Eclesiástico) 4, 16)

  • Hay conversaciones que merecen la muerte: son inaceptables entre los descendientes de Jacob. Los verdaderos fieles se abstienten de ellas y no se revuelcan en el pecado. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 12)

  • otros cayeron en el olvido, desaparecieron como si no hubieran existido, y lo mismo ocurrió con sus descendientes. (Sirácides (Eclesiástico) 44, 9)

  • Sus descendientes han heredado ese hermoso legado, (Sirácides (Eclesiástico) 44, 11)

  • Antes de él jamás se había visto algo tan hermoso; ningún profano se había revestido con tales ornamentos; están reservados a sus hijos y a sus descendientes en la continuación de los tiempos: (Sirácides (Eclesiástico) 45, 13)

  • Moisés en persona lo consagró: Aarón recibió de él la unción con el aceite santo; así fue como recibió ese privilegio para siempre, no sólo él sino también sus descendientes, y esto mientras duren los cielos, llevarán a cabo el servicio litúrgico. Serán sacerdotes y darán al pueblo de Dios la bendición en su nombre. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 15)

  • Cuando Dios se comprometió con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá, uno solo de sus hijos heredaría su realeza; con Aarón, en cambio, su sacerdocio pasa a todos sus descendientes. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 25)

  • A Caleb el Señor le concedió la fuerza, la que lo acompañó hasta en su vejez. Se estableció en las alturas del país y sus descendientes conservaron esa herencia. (Sirácides (Eclesiástico) 46, 9)

  • El ha sorteado la parte que le tocaba a cada uno y con sus mismas manos tomó la lienza para repartirles el país. Serán sus dueños para siempre y allí vivirán ellos y sus descendientes. (Isaías 34, 17)

  • Derramaré agua sobre el suelo sediento y los riachuelos correrán en la tierra seca. Derramaré mi espíritu sobre tu raza y mi bendición cubrirá tus descendientes. (Isaías 44, 3)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina