Znaleziono 2302 Wyniki dla: guerra en Israel

  • Jetró se alegró mucho al oír todos los beneficios que Yavé había hecho a Israel cuando lo sacó del poder de los egipcios. (Exodo 18, 9)

  • Jetró, suegro de Moisés, ofreció un sacrificio y presentó a Dios ofrendas. Vinieron entonces Aarón y todos los jefes de Israel para compartir una comida con el suegro de Moisés en la presencia de Dios. (Exodo 18, 12)

  • Eligió hombres capaces de todo Israel y los puso al frente del pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. (Exodo 18, 25)

  • y Moisés subió hacia Dios. Yavé lo llamó del cerro y le dijo: «Esto es lo que dirás a los hijos de Jacob, lo que explicarás a los hijos de Israel: (Exodo 19, 3)

  • Yavé habló a Moisés: «Esto dirás a los hijos de Israel: ya han visto cómo yo les he hablado desde el cielo. (Exodo 20, 22)

  • A Moisés, entonces, Dios le dijo: «Sube donde Yavé, tú, Aarón, Nadab y Abihú, con setenta de los ancianos de Israel. Ellos adorarán desde lejos, (Exodo 24, 1)

  • Y Moisés escribió todas las palabras de Yavé.Al despuntar el día, Moisés levantó un altar al pie del monte y, al lado del altar, doce piedras por las doce tribus de Israel. (Exodo 24, 4)

  • Moisés subió con Aarón, Nadab y Abihú, y setenta de los ancianos de Israel. (Exodo 24, 9)

  • Contemplaron al Dios de Israel. Debajo de sus pies había algo parecido a un pavimento de zafiro transparente y tan esplendoroso como el mismo cielo. (Exodo 24, 10)

  • La Gloria de Yavé estaba en la cumbre del monte y los hijos de Israel la veían semejante a un fuego ardiente; (Exodo 24, 17)

  • Allí me encontraré contigo para darte mis órdenes referentes a los hijos de Israel. Te hablaré de encima del Lugar del Perdón, de en medio de los dos querubines puestos sobre el Arca del Testimonio. (Exodo 25, 22)

  • Da orden a los hijos de Israel que te traigan aceite de oliva puro y exprimido en mortero para las lámparas, de tal manera que nunca se apague la luz. (Exodo 27, 20)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina