Znaleziono 353 Wyniki dla: guerra santa

  • Luego sacrificará el cordero en el lugar donde se sacrifica el sacrificio por el pecado y el holocausto, en lugar puro; porque la víctima por el pecado, tanto como la víctima por el delito, pertenece al sacerdote: es una cosa muy santa. (Levítico 14, 13)

  • «Habla a los hijos de Israel y diles: Estas son las fiestas de Yavé para las cuales se convocará una asamblea santa: (Levítico 23, 2)

  • Habrá seis días trabajados, y el séptimo día será sábado de descanso con una asamblea santa: no se hará ningún trabajo. El sábado será para Yavé en todos los lugares donde vivan. (Levítico 23, 3)

  • Luego están las fiestas de Yavé celebradas con una asamblea santa, que ustedes convocarán a su debido tiempo. (Levítico 23, 4)

  • El día primero convocarán una asamblea santa; no harán trabajo de trabajador. (Levítico 23, 7)

  • Durante siete días seguidos ofrecerán a Yavé un sacrificio por el fuego; el séptimo día convocarán una asamblea santa. y no harán ningún trabajo de trabajador.» (Levítico 23, 8)

  • Este mismo día convocarán una asamblea santa; no harán ningún trabajo de trabajador. Es ley perpetua para sus descendientes, dondequiera que habiten. (Levítico 23, 21)

  • Estos panes serán para Aarón y sus hijos, que los comerán en lugar sagrado. Y los tendrán por cosa muy santa entre todos los sacrificio por el fuego para Yavé. Es una ley para siempre. (Levítico 24, 9)

  • Si uno consagra su casa como cosa santa a Yavé, el sacerdote le pondrá precio. Según lo que él diga, así será. (Levítico 27, 14)

  • Tu y Aarón alistarán a todos los de más de veinte años, útiles para la guerra. (Números 1, 3)

  • fueron alistados cuarenta y seis mil quinientos hombres aptos para la guerra. (Números 1, 21)

  • fueron alistados cincuenta y nueve mil trescientos hombres aptos para la guerra. (Números 1, 23)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina