Znaleziono 881 Wyniki dla: historia de David

  • David llegó a Nob y se presentó al sacerdote Ajimelec. Este salió asustado a recibirlo y le dijo: «¿Por qué estás solo y no hay nadie contigo?» (1 Samuel 21, 2)

  • David contestó: «El rey me ha dado una orden y me ha dicho: Que nadie conozca la misión que te confío y la orden que te he dado. Por eso he dado cita a mis hombres en tal lugar. (1 Samuel 21, 3)

  • David le respondió: «De hecho nos hemos abstenido desde el momento en que salimos. Los jóvenes permanecieron puros en cuanto al sexo a pesar de que es una expedición ordinaria. Ahora están puros.» (1 Samuel 21, 6)

  • Dijo David a Ajimelec: «¿No tienes a mano una lanza o una espada? Porque ni siquiera he alcanzado a tomar mi espada ni mis armas, pues la orden del rey era urgente.» (1 Samuel 21, 9)

  • Respondió el sacerdote: «Ahí está la espada de Goliat, el filisteo que mataste en el valle del Terebinto. Está envuelta en un paño detrás del efod; si deseas, tómala; porque aquí no hay más que ésa.» Dijo David: «Dámela, no hay otra como ella.» (1 Samuel 21, 10)

  • Ese mismo día se despidió David y huyó de Saúl, yendo donde Aquis, rey de Gat. (1 Samuel 21, 11)

  • Al verlo, los servidores de Aquis le dijeron a éste: «Oh rey, ¿no es éste David? ¿No es éste a quien le cantaban en danza: "Saúl mató a mil, David mató a diez mil?" (1 Samuel 21, 12)

  • David comprendió estas palabras y temió mucho a Aquis. (1 Samuel 21, 13)

  • Entonces David les hizo creer que había perdido la razón y se portaba como un loco: hacía como que tocaba el tambor en las puertas y dejaba que le corriera la saliva por la barba. (1 Samuel 21, 14)

  • David salió de allí y se refugió en la caverna de Adulam. Al saberlo sus hermanos y toda la familia de su padre, bajaron a recibirlo. (1 Samuel 22, 1)

  • De allí, David se fue a Mispé de Moab y dijo al rey de Moab: «¿Podrían quedarse con ustedes mi padre y mi madre hasta que yo sepa qué va a hacer Dios conmigo?» (1 Samuel 22, 3)

  • Los dejó, pues, con el rey de Moab, con quien estuvieron todo el tiempo que David permaneció en el refugio. (1 Samuel 22, 4)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina