Znaleziono 622 Wyniki dla: regreso a Egipto

  • También tomaron sus rebaños y todo lo que habían adquirido en Canaán, y así entraron en Egipto Jacob y toda su descendencia, (Génesis 46, 6)

  • sus hijos y los hijos de sus hijos, sus hijas y los hijos de sus hijas; en una palabra, hizo que entrara con toda su familia en Egipto. (Génesis 46, 7)

  • Estos son los nombres de los descendientes de Israel que entraron en Egipto: Jacob y sus hijos. Rubén, el primogénito de Jacob, (Génesis 46, 8)

  • A José le nacieron en Egipto Manasés y Efraím, cuya madre era Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. (Génesis 46, 20)

  • El total de personas que entraron con Jacob en Egipto, todos descendientes suyos, era de sesenta y seis personas, sin contar las mujeres de sus hijos. (Génesis 46, 26)

  • Los hijos de José que nacieron en Egipto, fueron dos. Total de personas de la familia de Jacob que entraron en Egipto. Setenta. (Génesis 46, 27)

  • Faraón, rey de Egipto supo que Jacob y sus hijos se habían presentado a José en Egipto. Entonces dijo a José: «Tu padre y tus hermanos han venido a ti. (Génesis 47, 5)

  • Todo el país de Egipto está a tu disposición. Que tu padre y tus hermanos se establezcan en la mejor parte del país.» (Génesis 47, 6)

  • osé instaló a su padre y a sus hermanos, y les dio una propiedad en la tierra de Egipto, en el mejor lugar de la comarca de Ramsés, tal como Faraón había ordenado. (Génesis 47, 11)

  • La escasez se hizo más fuerte y no se encontraban alimentos en toda la tierra; Egipto y Canaán estaban agotados por el hambre. (Génesis 47, 13)

  • Entonces José acaparó toda la plata que había en la tierra de Egipto y de Canaán, a cambio del trigo que compraban, y llevó toda esa plata al palacio de Faraón. (Génesis 47, 14)

  • Cuando s acabó la plata de Egipto y de Canaán, todos los egipcios comenzaron a llegar donde José para decirle: «Danos pan, ¿acaso nos vas a dejar morir porque se nos terminó el dinero?» (Génesis 47, 15)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina