Znaleziono 235 Wyniki dla: sacrificios
lo necesario para los sacrificios al Dios de los Cielos: novillos, carneros, corderos, trigo, sal, vino y aceite. Con esto ofrecerán sacrificios gratos al Dios de los Cielos y rogarán por la vida del rey y de sus hijos. (Esdras 6, 10)
Los judíos que habían vuelto del destierro ofrecieron sacrificios al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce machos cabríos por el pecado. Todo como víctimas quemadas a Yavé. (Esdras 8, 35)
para el pan que se presenta para la ofrenda perpetua, y para el holocausto perpetuo, para los sacrificios de los sábados, de la luna nueva, de las fiestas; para los otros sacrificios, para los sacrificios de expiación por el pecado de Israel y para todo lo que haga falta en la Casa de nuestro Dios. (Nehemías 10, 34)
Aquel día se ofrecieron grandes sacrificios y la gente se entregó a la diversión, pues Dios les había concedido una gran alegría; también las mujeres y los niños participaron en la fiesta. La bulla de Jerusalén se oía desde lejos. (Nehemías 12, 43)
Siendo aún joven y estando en Israel, mi país, toda la tribu de mi padre Neftalí se separó de la familia de David y de Jerusalén, ciudad que fue elegida entre todas las tribus de Israel para que se ofrecieran los sacrificios, ya que allí se había edificado y consagrado el Templo en el que habita Dios. (Tobías 1, 4)
Todos mis hermanos y la familia de mi padre Neftalí ofrecían sacrificios al becerro que Jeroboam, rey de Israel, había Tobantado en Dan, sobre los montes de Galilea. (Tobías 1, 5)
Cuando llegaron a Jerusalén, adoraron a Dios y, después de que se purificó el pueblo, le ofrecieron sacrificios, ofrendas y regalos. (Judit 16, 18)
Una vez terminados los días de esos banquetes, Job los mandaba a llamar para purificarlos; se levantaba muy temprano y ofrecía sacrificios por cada uno de ellos, pues decía: «Puede que mis hijos hayan pecado y ofendido a Dios en su corazón.» Así hacía Job. (Job 1, 5)
Según la ley ofrezcan sacrificios y pongan su confianza en el Señor. (Salmos 4, 6)
Y ahora mi cabeza se levanta sobre mis enemigos que me cercan. Jubiloso en su carpa ofreceré sacrificios con aclamaciones. Quiero cantar, tocar para el Señor. (Salmos 27, 6)
No quisiste sacrificios ni ofrendas- lo dijiste y penetró en mis oídos- no pediste holocaustos ni víctimas. (Salmos 40, 7)
No te reprendo por tus sacrificios, o por tus holocaustos, que están siempre ante mí. (Salmos 50, 8)