Znaleziono 45 Wyniki dla: santidad sacerdotal

  • Le colocó también el turbante en la cabeza, y puso en su parte delantera la lámina de oro: ésta era la corona de santidad que Yavé había mandado a Moisés. (Levítico 8, 9)

  • Entonces Moisés dijo a Aarón: «Esto es lo que Yavé había declarado: Daré a conocer mi santidad a través de los que se allegan a mí, y a vista de todo el pueblo seré glorificado.» Aarón no agregó palabra. (Levítico 10, 3)

  • El que la coma cargará con su pecado por haber profanado la santidad de Yavé. Esta persona será borrada de entre los suyos. (Levítico 19, 8)

  • Esto pasó en las agua de Meriba; los Israelitas protestaron contra Yavé y él les manifestó su santidad. (Números 20, 13)

  • Recuerda que ustedes se rebelaron contra mis órdenes en el desierto de Zin, cuando la comunidad murmuró por el asunto del agua, y a ustedes les mandé que manifestaran mi santidad delante de ellos.» (Estas son las aguas de Meribá en Cadés en el desierto de Zin.) (Números 27, 14)

  • Entonces los que queden de tu familia vendrán a humillarse ante este sacerdote para conseguir alguna moneda de plata o un trozo de pan, y dirán: Te pido que me admitas a cualquier función sacerdotal, para poder así tener un pedazo de pan.» (1 Samuel 2, 36)

  • Dijo entonces el rey a Doeg: «Acércate tú y da muerte a los sacerdotes.» El edomita Doeg se acercó e hirió de muerte a los sacerdotes; aquel día mató ochenta y cinco hombres que llevaban traje sacerdotal. (1 Samuel 22, 18)

  • Para los sacerdotes, hijos de Aarón, que vivían en el campo en las aldeas de sus ciudades, había en cada ciudad hombres designados nominalmente, para dar las porciones a todos los varones de familia sacerdotal y a todos los levitas inscritos en las genealogías. (2 Crónicas 31, 19)

  • Lo juré una vez por mi santidad: ¡Yo no le mentiría a David! (Salmos 89, 36)

  • Nada hay más seguro que tus palabras, tu casa es el lugar de la santidad, oh Señor, día tras día y para siempre. (Salmos 93, 5)

  • Entonen al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas, la salvación provino de su diestra, de su brazo de santidad. (Salmos 98, 1)

  • En su tiempo, los judíos consiguieron arrojar a los paganos de la provincia, especialmente a los de la ciudad de David, Jerusalén, donde habían construido una fortaleza de la que salían para profanar los límites del templo, causando graves ofensas a su santidad. (1 Macabeos 14, 36)


“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina