Znaleziono 1214 Wyniki dla: templo de Jerusalén

  • Jerusalén y sus reyes van a tener la suerte de Samaria y de la familia de Ajab. Fregaré a Jerusalén como se friega un plato para limpiarlo y, después, lo vuelven al revés. (2 Reyes 21, 13)

  • Manasés derramó también sangre inocente, en tal cantidad que llenó a Jerusalén de punta a punta, además de los pecados con que hizo pecar a Judá. (2 Reyes 21, 16)

  • Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén; el nombre de su madre era Mesulemet, hija de Jarús, de la ciudad de Yotbá. (2 Reyes 21, 19)

  • Josías tenía ocho años cuando comenzó a gobernar, y reinó durante treinta y un años en Jerusalén. Su madre era Jedidá, hija de Asías, de Boscat. (2 Reyes 22, 1)

  • El sacerdote Helquías, Ajicam, Acbor, Safán y Asías, fueron a consultar a la profetisa Joldá, esposa de Salum, hijo de Ticva, hijo de Jarjas, encargado del vestuario. Ella vivía en Jerusalén en la ciudad nueva. (2 Reyes 22, 14)

  • El rey mandó a llamar a su lado a todos los jefes de Judá y Jerusalén. (2 Reyes 23, 1)

  • Luego subió a la Casa de Yavé acompañado por toda la gente de Judá y Jerusalén. Fueron los sacerdotes con los profetas y todo el pueblo, desde el más chico hasta el más anciano. Estando todos reunidos, se leyó el Libro de la Ley hallado en la Casa de Yavé. (2 Reyes 23, 2)

  • Entonces el rey ordenó al sumo sacerdote Helquías, así como a los sacerdotes de menor grado y a todos los porteros, que sacaran todos los objetos que se habían hecho para Baal, para Asera y para todos los astros del cielo. Los hizo quemar fuera de Jerusalén, en las tierras baldías del Cedrón, y arrojó sus cenizas a la sepultura común del pueblo. (2 Reyes 23, 4)

  • Los reyes de Judá habían establecido sacerdotes paganos que ofrecían sacrificios en los santuarios de las lomas, en varias ciudades de Judá y alrededor de Jerusalén. Josías los suprimió, así como a los que ofrecían incienso a Baal, al sol, a la luna, a los astros y a todo el ejército del cielo. (2 Reyes 23, 5)

  • El tronco sagrado que estaba en la Casa de Yavé fue sacado de Jerusalén y llevado al torrente del Cedrón, donde fue quemado y sus cenizas echadas en la fosa común. (2 Reyes 23, 6)

  • Luego de esto, hizo venir a Jerusalén a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá y destruyó todos los santuarios de las lomas donde habían ofrecido sacrificios, desde Berseba, en el sur, hasta Guebá, en el norte. Derribó el santuario de las puertas que estaba a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de la ciudad. Estaba ubicado al lado izquierdo de la puerta de entrada a la ciudad. (2 Reyes 23, 8)

  • Los sacerdotes que habían servido en los santuarios de las lomas fueron mantenidos como los de Jerusalén, pero no podían ofrecer los sacrificios en la Casa de Yavé. (2 Reyes 23, 9)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina