Znaleziono 25 Wyniki dla: tradición judía

  • Los mensajeros gritaban en voz alta, en lengua judía, al pueblo de Jerusalén que estaba sobre la muralla, para atemorizarlos y asustarlos y así poder conquistar la ciudad. (2 Crónicas 32, 18)

  • «No creas que por el hecho de que estás en el palacio, serás la única judía que se podrá salvar. (Ester 4, 13)

  • Los dos dragones somos Amán y yo. Las naciones son aquellos que se organizaron para hacer desaparecer a la nación judía. (Ester 10, 8)

  • la nación judía participará en la guerra de todo corazón, según se lo permitan las circunstancias. (1 Macabeos 8, 25)

  • Asimismo, si la nación judía es atacada, los romanos lucharán a su lado con todo entusiasmo, según lo permitan las circunstancias. (1 Macabeos 8, 27)

  • En estos términos concluyen los romanos su alianza con la nación judía. (1 Macabeos 8, 29)

  • «El rey Demetrio, a Jonatán, a su hermano y a toda la nación judía: paz. (1 Macabeos 11, 30)

  • Fortificó las ciudades de Judea, así como Betsur, en los límites de Judea, donde se encontraban las fuerzas enemigas, y puso en ellas una guarnición judía. (1 Macabeos 14, 33)

  • la siguiente carta: «El rey Antíoco, a Simón, Sumo Sacerdote y jefe, y a la nación judía, paz. (1 Macabeos 15, 2)

  • Había visto a Onías, antiguo jefe de los sacerdotes, hombre atento, bueno, humilde en sus modales, distinguido en sus palabras y que desde niño se había destacado por su conducta irreprochable. Este, con las manos levantadas, estaba orando por toda la comunidad judía. (2 Macabeos 15, 12)

  • y le dijeron: «¿Por qué tus discípulos no respetan la tradición de los antepasados? No se lavan las manos antes de comer.» (Evangelio según San Mateo 15, 2)

  • Porque los fariseos, al igual que el resto de los judíos, están aferrados a la tradición de sus mayores, y no comen nunca sin haberse lavado cuidadosamente las manos. (Evangelio según San Marcos 7, 3)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina