Znaleziono 46 Wyniki dla: venganza divina
Se puso la justicia como coraza y se colocó en su cabeza su casco que es la salvación. Se vistió con la venganza como si fuese túnica y se arropó con el celo como un chal. (Isaías 59, 17)
Porque había preparado el día de mi desquite y el año de mi venganza había llegado. (Isaías 63, 4)
Pues también caerán bajo el dominio de naciones más poderosas y de grandes reyes, y les pagaré según sus actos y según la obra que hicieron sus manos. Visión de la copa de la ira divina. Lo que profetizó Jeremías contra todas las naciones: (Jeremías 25, 14)
Ese día será para el Señor Yavé un día de venganza, para vengarse de sus enemigos: Su espada los va a devorar hasta quedar satisfecha, y se embriagará con su sangre. Sí, el Señor, Yavé de los Ejércitos, celebra un sacrificio de centenares de víctimas, en el norte, a orillas del río Eufrates. (Jeremías 46, 10)
No temas, servidor mío, Jacob, dice Yavé, pues yo estoy a tu lado. Destruiré a todas las naciones adonde te arrojé, pero a ti no te exterminaré; te castigaré como lo mereces, pero no será una venganza. (Jeremías 46, 28)
¡Escuchen! Son los fugitivos y los que escaparon del país de Babilonia que vienen a contar en Sión la venganza de Yavé nuestro Dios. (Jeremías 50, 28)
Salgan de en medio de Babilonia y que cada cual salve su vida; para que no perezca cuando llegue su castigo, pues éste es el momento de la venganza de Yavé en que él le dará su merecido. (Jeremías 51, 6)
Afilen las flechas, llenen con ellas las cajas. Yavé ha movido la voluntad del rey de los medos, para que éste marche contra Babilonia y la destruya: ésta será la venganza de Yavé, la venganza por su Templo. (Jeremías 51, 11)
Por lo tanto, así habla Yavé: Aquí estoy para tomar la defensa de tu casa y para asegurarte tu venganza. Voy a secar su río y a agotar sus vertientes. (Jeremías 51, 36)
Extendió lo que podía ser una mano y me agarró por los cabellos: inmediatamente el Espíritu me levantó entre el cielo y la tierra. Me llevó a Jerusalén en una visión divina hasta la entrada de la puerta que mira al norte, allí donde está el ídolo que provoca los celos del Señor. (Ezequiel 8, 3)
Yo mismo quise esa sangre aún en las rocas, al descubierto, para que así se excitara mi cólera y se precipitara la venganza: (Ezequiel 24, 8)
Esto dice Yavé: Edom se vengó de la gente de Judá pero esa venganza le va a costar caro. (Ezequiel 25, 12)