Znaleziono 126 Wyniki dla: victoria de Jericó

  • Moisés le contestó: «No son gritos de victoria, ni lamentos de derrota; lo que oigo son cantos a coros.» (Exodo 32, 18)

  • Los Israelitas salieron de allí y acamparon en las estepas de Moab, al otro lado del Jordán a la altura de Jericó. (Números 22, 1)

  • Moisés y el sacerdote Eleazar les hablaron en las estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó, (Números 26, 3)

  • Estos fueron alistados por Moisés y el sacerdote Eleazar, cuando alistaron a los hijos de Israel en las estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó. (Números 26, 63)

  • llevaron los cautivos y el botín ante Moisés, el sacerdote Eleazar y toda la comunidad de los hijos de Israel, en las estepas de Moab, que están cerca del Jordán, a la altura de Jericó. (Números 31, 12)

  • Dejaron los montes de Abarim, pasaron a las estepas de Moab, a orillas del Jordán, enfrente de Jericó. (Números 33, 48)

  • Yavé habló a Moisés en las estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó, y le dijo: (Números 33, 50)

  • Habló Yavé a Moisés en las estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó, y le dijo: (Números 35, 1)

  • Estas son las leyes y los mandatos que Yavé dio, por medio de Moisés, a los hijos de Israel en las estepas de Moab, en las orillas del Jordán, enfrente de Jericó. (Números 36, 13)

  • «Sube a los cerros de los Abarim, en el país de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que yo doy a los hijos de Israel. Morirás en el cerro al que vas a subir, (Deuteronomio 32, 49)

  • Feliz eres, ¡oh, Israel! ¿Quién semejante a ti, pueblo salvado por Yavé? El es el escudo que te ampara, la espada que te da la victoria. Tus enemigos quisieran apaciguarte, pero tú, al fin, les pisas el cuello.» (Deuteronomio 33, 29)

  • Moisés subió del llano estéril de Moab al cerro de Nebo, a la cumbre de Pisga, frente a Jericó, y Yavé le mostró toda la Tierra: de Galaad hasta Dan, (Deuteronomio 34, 1)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina