Znaleziono 232 Wyniki dla: viene

  • y aunque viene detrás de mí, yo no soy digno de soltarle la correa de su sandalia.» (Evangelio según San Juan 1, 27)

  • Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: «Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo. (Evangelio según San Juan 1, 29)

  • De él yo hablaba al decir: Detrás de mí viene un hombre que ya está delante de mí, porque era antes que yo. (Evangelio según San Juan 1, 30)

  • Cuando Jesús vio venir a Natanael, dijo de él: «Ahí viene un verdadero israelita: éste no sabría engañar.» (Evangelio según San Juan 1, 47)

  • El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.» (Evangelio según San Juan 3, 8)

  • El que viene de arriba está por encima de todos. El que viene de la tierra pertenece a la tierra y sus palabras son terrenales. El que viene del Cielo, (Evangelio según San Juan 3, 31)

  • Ustedes, los samaritanos, adoran lo que no conocen, mientras que nosotros, los judíos, adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. (Evangelio según San Juan 4, 22)

  • Sepan que viene la hora, y ya estamos en ella, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la escuchen vivirán. (Evangelio según San Juan 5, 25)

  • porque he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me reciben. Si algún otro viene en su propio nombre, a ése sí lo acogerán. (Evangelio según San Juan 5, 43)

  • Mientras hacen caso de las alabanzas que se dan unos a otros y no buscan la gloria que viene del Unico Dios, ¿cómo podrán creer? (Evangelio según San Juan 5, 44)

  • Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed. (Evangelio según San Juan 6, 35)

  • Está escrito en los Profetas: Serán todos enseñados por Dios, y es así como viene a mí toda persona que ha escuchado al Padre y ha recibido su enseñanza. (Evangelio según San Juan 6, 45)


“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina