Znaleziono 1216 Wyniki dla: Alegría de David

  • ¿Dónde está la alegría que sintieron entonces? Yo mismo puedo atestiguar que, de ser posible, se habrían arrancado los ojos para dármelos. (Gálatas 4, 15)

  • Porque dice la Escritura: ¡Alégrate, tú que eres estéril y no das a luz; prorrumpe en gritos de alegría, tú que no conoces los dolores del parto! Porque serán más numerosos los hijos de la mujer abandonada que los hijos de la que tiene marido. (Gálatas 4, 27)

  • Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, (Gálatas 5, 22)

  • Siempre y en todas mis oraciones pido con alegría por todos ustedes, (Filipenses 1, 4)

  • les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento. (Filipenses 2, 2)

  • Y aunque mi sangre debiera derramarse como libación sobre el sacrificio y la ofrenda sagrada, que es la fe de ustedes, yo me siento dichoso y comparto su alegría. (Filipenses 2, 17)

  • Recíbanlo en el Señor, con mucha alegría, y tengan en gran estima a personas como él. (Filipenses 2, 29)

  • Por eso, hermanos míos muy queridos, a quienes tanto deseo ver, ustedes que son mi alegría y mi corona, amados míos, perseveren firmemente en el Señor. (Filipenses 4, 1)

  • Yo tuve una gran alegría en el Señor cuando vi florecer los buenos sentimientos de ustedes con respecto a mí; ciertamente los tenían, pero les faltaba la ocasión de demostrarlos. (Filipenses 4, 10)

  • y darán gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la herencia luminosa de los santos. (Colosenses 1, 12)

  • Y ustedes, a su vez, imitaron nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la alegría que da el Espíritu Santo. (I Tesalonicenses 1, 6)

  • Acuérdate de Jesucristo, que resucitó de entre los muertos y es descendiente de David. Esta es la Buena Noticia que yo predico, (II Timoteo 2, 8)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina