Znaleziono 3227 Wyniki dla: Asa

  • Entonces dijo al servidor más antiguo de su casa, el que le administraba todos los bienes: "Coloca tu mano debajo de mi muslo, (Génesis 24, 2)

  • "El Señor, Dios del cielo, que me sacó de mi casa paterna y de mi país natal, y me prometió solemnemente dar esta tierra a mis descendientes, enviará su Ángel delante de ti, a fin de que puedas traer de allí una esposa para mi hijo. (Génesis 24, 7)

  • Después le preguntó: "¿De quién eres hija? ¿Y hay lugar en la casa de tu padre para que podamos pasar la noche?". (Génesis 24, 23)

  • Y añadió: "En nuestra casa hay paja y forraje en abundancia, y también hay sitio para pasar la noche". (Génesis 24, 25)

  • diciendo: "Bendito sea el Señor, Dios de mi patrón Abraham, que nunca dejó de manifestarle su amor y su fidelidad. Él ha guiado mis pasos hasta la casa de sus parientes". (Génesis 24, 27)

  • Entretanto, la joven corrió a llevar la noticia a la casa de su madre. (Génesis 24, 28)

  • Entonces le dijo: "¡Ven, bendito del Señor! ¿Por qué te quedas afuera, si yo he preparado mi casa y tengo lugar para los camellos?". (Génesis 24, 31)

  • El hombre entró en la casa. En seguida desensillaron los camellos, les dieron agua y forraje, y trajeron agua para que él y sus acompañantes se lavaran los pies. (Génesis 24, 32)

  • Ve, en cambio, a mi casa paterna, y busca entre mis familiares una esposa para mi hijo’. (Génesis 24, 38)

  • Pero él me respondió: ‘El Señor, en cuya presencia he caminado siempre, enviará su Ángel delante de ti, y hará que logres tu cometido, trayendo para mi hijo una esposa de mi propia familia, de mi casa paterna. (Génesis 24, 40)

  • Después él y sus acompañantes comieron y bebieron, y pasaron la noche allí. A la mañana siguiente, apenas se levantaron, el servidor dijo: "Déjenme regresar a la casa de mi patrón". (Génesis 24, 54)

  • Pero el servidor replicó: "No me detengan, ahora que el Señor me permitió lograr mi cometido. Déjenme ir, y volveré a la casa de mi patrón". (Génesis 24, 56)


“Leve Deus aos doente; valera’ mais do que qualquer tratamento!” São Padre Pio de Pietrelcina