Znaleziono 894 Wyniki dla: Gad

  • Murió a una edad muy avanzada, feliz y cargado de años, y fue a reunirse con los suyos. (Génesis 25, 8)

  • Los niños crecieron. Esaú se convirtió en un hombre agreste, experto en la caza. Jacob, en cambio, era un hombre apacible y apegado a su carpa. (Génesis 25, 27)

  • Y Abimélec dijo a Isaac: "Aléjate de nuestro lado, porque tú has llegado a ser mucho más poderoso que nosotros". (Génesis 26, 16)

  • los pastores de Guerar discutieron con los de Isaac, diciendo: "Esta agua es nuestra". Entonces Isaac llamó a ese pozo Esec, que significa "Litigio", porque allí habían litigado con él. (Génesis 26, 20)

  • Al día siguiente, se levantaron de madrugada y se hicieron un juramento mutuo. Luego Isaac los despidió, y ellos se fueron como amigos. (Génesis 26, 31)

  • A la madrugada del día siguiente, Jacob tomó la piedra que le había servido de almohada, la erigió como piedra conmemorativa, y derramó aceite sobre ella. (Génesis 28, 18)

  • Lía exclamó: "¡Qué suerte!". Y lo llamó Gad. (Génesis 30, 11)

  • Al atardecer, cuando Jacob volvía del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: "Tienes que venir conmigo, porque he pagado por ti las mandrágoras que encontró mi hijo". Aquella noche Jacob durmió con ella, (Génesis 30, 16)

  • Pero Labán le respondió: "Si quieres hacerme un favor, quédate conmigo. Yo he llegado a saber, por medio de la adivinación, que el Señor me bendijo gracias a ti. (Génesis 30, 27)

  • Yo tengo poder suficiente para hacerles una mala jugada a todos ustedes. Sin embargo, ayer por la noche, el Dios de tu padre me dijo: ‘Cuidado con entrometerte para nada en los asuntos de Jacob’. (Génesis 31, 29)

  • A la madrugada del día siguiente, Labán abrazó a sus nietos y a sus hijas, los bendijo, y regresó a su casa, (Génesis 32, 1)

  • Los hijos de Zilpá, la esclava de Lía, fueron Gad y Aser. Estos son los hijos que le nacieron a Jacob en Padán Arám. (Génesis 35, 26)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina