Znaleziono 795 Wyniki dla: José de Egipto

  • Efraím volverá a Egipto y Asiria será su rey, porque rehusaron volver a mí. (Oseas 11, 5)

  • Vendrán temblando desde Egipto como un pájaro, y como una paloma, desde el país de Asiria; y yo los haré habitar en sus casas -oráculo del Señor-. (Oseas 11, 11)

  • Efraím se apacienta de viento y corre todo el día tras el viento del este; multiplica el fraude y la devastación; hacen una alianza con Asiria y llevan aceite a Egipto. (Oseas 12, 2)

  • Yo soy el Señor, tu Dios, desde el país de Egipto: te haré habitar de nuevo en carpas, como en los días del Encuentro. (Oseas 12, 10)

  • Pero, por un profeta, el Señor hizo subir a Israel de Egipto, y por un profeta él fue protegido. (Oseas 12, 14)

  • Pero yo soy el Señor, tu Dios, desde el país de Egipto: no conoces a otro Dios más que a mí, y fuera de mí no hay salvador. (Oseas 13, 4)

  • Egipto se convertirá en una desolación y Edóm en un desierto desolado, a causa de la violencia cometida contra las hijos de Judá, cuya sangre inocente derramaron en su país. (Joel 4, 19)

  • Y a ustedes, los hice subir del país de Egipto y los conduje cuarenta años por el desierto, para que tomaran en posesión el país del amorreo. (Amós 2, 10)

  • Escuchen esta palabra que el Señor pronuncia contra ustedes, israelitas, contra toda la familia que yo hice subir del país de Egipto: (Amós 3, 1)

  • Hagan oír su voz en los palacios de Asiria y en los palacios de Egipto, y digan: Reúnanse en las montañas de Samaría, y vean cuántos desórdenes hay en medio de ella, cuántas opresiones en su interior. (Amós 3, 9)

  • Yo desencadené la peste contra ustedes, como la peste de Egipto; maté con la espada a sus jóvenes, mientras sus caballos eran capturados; hice subir hasta sus narices el hedor de sus campamentos, ¡pero ustedes no han vuelto a mí! - oráculo del Señor-. (Amós 4, 10)

  • Busquen al Señor y vivirán, no sea que él caiga como fuego sobre la casa de José, y devore a Betel, sin que nadie lo apague. (Amós 5, 6)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina