Znaleziono 28 Wyniki dla: desgracias

  • Mis enemigos sólo me auguran desgracias: "¿Cuándo se morirá y desaparecerá su nombre?". (Salmos 41, 6)

  • Lanzó contra ellos el ardor de su enojo, su ira, su furor y su indignación -un tropel de mensajeros de desgracias- (Salmos 78, 49)

  • Estoy afligido y enfermo desde niño, extenuado bajo el peso de tus desgracias; (Salmos 88, 16)

  • Porque es preferible para nosotros morir en el combate que ver las desgracias de nuestra nación y del Santuario. (I Macabeos 3, 59)

  • El susodicho Simón, delator del Tesoro del Templo y traidor de la patria, calumniaba a Onías, como si fuera este el que había maltratado a Heliodoro y el causante de sus desgracias. (II Macabeos 4, 1)

  • Por eso, el mismo Lugar, después de haber participado de las desgracias del pueblo, también participó de su restauración y, habiendo sido abandonado en el tiempo de la ira del Todopoderoso, fue de nuevo restaurado con toda su gloria, cuando el gran Soberano se reconcilió con él. (II Macabeos 5, 20)

  • Y tú, que eres el causante de todas las desgracias de los hebreos, no escaparás de las manos de Dios. (II Macabeos 7, 31)

  • Hecho esto, postrados profundamente, suplicaron al Señor que nunca más los dejara caer en semejantes desgracias, y si alguna vez volvían a pecar, los corrigiera él mismo con bondad, en lugar de entregarlos a los paganos blasfemos y crueles. (II Macabeos 10, 4)

  • Al justo no le pasará nada malo, pero los malvados están llenos de desgracias. (Proverbios 12, 21)

  • El que siembra injusticia cosechará desgracias y la vara de su furor lo aniquilará. (Proverbios 22, 8)

  • Hay desgracias que provienen de los honores, y hay gente humilde que pudo levantar cabeza. (Eclesiástico 20, 11)

  • El que jura constantemente está lleno de iniquidad y el flagelo no se apartará de su casa. Si falta a su juramento, incurre en pecado; si lo menosprecia, peca doblemente; si juró en vano, no tendrá justificación y su casa se llenará de desgracias. (Eclesiástico 23, 11)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina