Znaleziono 131 Wyniki dla: entró

  • Entonces fue herido Judas, el hermano de Juan. Este los persiguió hasta que Cendebeo entró en Cedrón, la fortaleza que había reconstruido. (I Macabeos 16, 9)

  • Los sacerdotes del templo de Nanea habían expuesto esas riquezas con motivo de la visita que Antíoco debía hacer al recinto sagrado, acompañado de unas pocas personas. Pero apenas entró Antíoco, cerraron el templo, (II Macabeos 1, 15)

  • pero por la envidia del demonio entró la muerte en el mundo, y los que pertenecen a él tienen que padecerla. (Sabiduría 2, 24)

  • Entró en el alma de un servidor del Señor y enfrentó a reyes temibles con prodigios y señales. (Sabiduría 10, 16)

  • Él observó la Ley del Altísimo y entró en alianza con él; puso en su carne la señal de esta alianza y en la prueba fue hallado fiel. (Eclesiástico 44, 20)

  • tú dices: "Sí, soy inocente, seguramente su ira se ha apartado de mí". Pero yo entro en juicio contigo, porque tú dices: "No tengo pecado". (Jeremías 2, 35)

  • Si salgo al campo abierto, veo las víctimas de la espada; si entro en la ciudad, veo los sufrimientos del hambre. Sí, hasta el profeta y el sacerdote recorren el país y no logran comprender. (Jeremías 14, 18)

  • Ebed Mélec tomó consigo a tres hombres y entró en la casa del rey, en el vestuario; tomó de allí unos trapos y unos vestidos viejos, y se los hizo llegar a Jeremías con unas cuerdas, dentro del aljibe. (Jeremías 38, 11)

  • El día diez del quinto mes -era el decimonoveno año de Nabucodonosor, rey de Babilonia- Nebuzaradán, comandante de la guardia, que prestaba servicio ante el rey de Babilonia, entró en Jerusalén. (Jeremías 52, 12)

  • Cuando me habló, un espíritu entró en mí y me hizo permanecer de pie, y yo escuché al que me hablaba. (Ezequiel 2, 2)

  • Entonces un espíritu entró en mí y me hizo permanecer de pie. Él me habló y me dijo: Ve a encerrarte dentro de tu casa. (Ezequiel 3, 24)

  • El Señor dijo al hombre vestido de lino: "Entra en medio del círculo, debajo del querubín, llena tus manos con las brasas incandescentes que están entre los querubines, y espárcelas sobre la ciudad". Y el hombre entró allí, ante mis propios ojos. (Ezequiel 10, 2)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina