Znaleziono 451 Wyniki dla: fuego

  • Entonces los habitantes de las ciudades de Israel saldrán a encender fuego y quemarán las armas: broqueles y escudos, arcos y flechas, mazas y lanzas. Durante siete días se hará fuego con ellas. (Ezequiel 39, 9)

  • No tomarán leña del campo ni la cortarán en los bosques, sino que harán fuego con las armas. Despojarán a los que los despojaron y saquearán a sus depredadores -oráculo del Señor-. (Ezequiel 39, 10)

  • El que no se postre para adorarla será arrojado inmediatamente dentro de un horno de fuego ardiente". (Daniel 3, 6)

  • y que todo el que no se postre para adorarla, debe ser arrojado dentro de un horno de fuego ardiente. (Daniel 3, 11)

  • ¿Están dispuestos ahora, apenas oigan el sonido de la trompeta, el pífano, la cítara, la sambuca, el laúd, la cornamusa y de toda clase de instrumentos, a postrarse y adorar la estatua que yo hice? Porque si ustedes no la adoran, serán arrojados inmediatamente dentro de un horno de fuego ardiente. ¿Y qué dios podrá salvarlos de mi mano?". (Daniel 3, 15)

  • Nuestro Dios, a quien servimos, puede salvarnos del horno de fuego ardiente y nos librará de tus manos. (Daniel 3, 17)

  • Luego ordenó a los hombres más fuertes de su ejército que ataran a Sadrac, Mesac y Abed Negó, para arrojarlos en el horno de fuego ardiente. (Daniel 3, 20)

  • Entonces estos tres, con sus mantos, sus calzados, sus gorros y toda su ropa, fueron atados y arrojados dentro del horno de fuego ardiente. (Daniel 3, 21)

  • En cuanto a estos tres, Sadrac, Mesac y Abed Negó, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiente. (Daniel 3, 23)

  • Azarías, de pie en medio del fuego, tomó la palabra y oró así: (Daniel 3, 25)

  • Los servidores del rey, que los habían arrojado en el horno, no cesaban de alimentar el fuego con betún, resina, estopa y sarmientos. (Daniel 3, 46)

  • Pero el Ángel del Señor bajó al horno al mismo tiempo que Azarías y sus compañeros; alejó del horno la llama de fuego (Daniel 3, 49)


“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina