Znaleziono 25 Wyniki dla: saqueo

  • y dijeron: "¡Es sangre! Seguro que los reyes se batieron a espada y se mataron entre ellos. Y ahora, ¡al saqueo, Moab!". (II Reyes 3, 23)

  • Desde los días de nuestros padres hasta hoy, nos hemos hecho muy culpables, y a causa de nuestras iniquidades, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes, fuimos entregados a los reyes extranjeros, a la espada, al cautiverio, al saqueo y a la vergüenza, como nos sucede en el día de hoy. (Esdras 9, 7)

  • Ellos desoyeron tus mandamientos y tú nos entregaste al saqueo, al cautiverio y a la muerte, exponiéndonos a las burlas, a las habladurías y al escarnio de las naciones donde nos has dispersado. (Tobías 3, 4)

  • Intímalos a que se sometan totalmente, porque en mi indignación voy a marchar contra ellos; cubriré toda la superficie de la tierra con los pies de mis soldados y se la entregaré al saqueo: (Judit 2, 7)

  • pero no perdones a los rebeldes: entrégalos a la matanza y al saqueo en todas partes. (Judit 2, 11)

  • Sitió a todos los madianitas, incendió sus campamentos y saqueó sus establos. (Judit 2, 26)

  • Descendió luego a la llanura de Damasco, en la época de la cosecha del trigo, e incendió todos sus sembrados; exterminó ovejas y vacas, saqueó sus ciudades, arrasó sus campos y pasó a todos sus jóvenes al filo de la espada. (Judit 2, 27)

  • El pueblo se entregó al saqueo del campamento durante treinta días. Asignaron a Judit la carpa de Holofernes, con toda su vajilla de plata, sus lechos, sus recipientes y todo su mobiliario. Ella tomó esas cosas, cargó su mula, enganchó sus carros y amontonó todo encima. (Judit 15, 11)

  • Avanzó hasta los confines del mundo y saqueó una multitud de naciones. La tierra enmudeció en su presencia y por eso su corazón se ensoberbeció y se llenó de orgullo. (I Macabeos 1, 3)

  • Antíoco ocupó las ciudades fortificadas de Egipto y saqueó todo el país. (I Macabeos 1, 19)

  • Luego saqueó la ciudad, la incendió, y arrasó sus casas y la muralla que la rodeaba. (I Macabeos 1, 31)

  • Lo proveyeron de armas y víveres, y depositaron allí el botín que habían reunido en el saqueo de Jerusalén. Así se convirtieron en una permanente amenaza. (I Macabeos 1, 35)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina