Znaleziono 277 Wyniki dla: sueños de José

  • Su padre añadió: "Ve a ver cómo les va a tus hermanos y al rebaño, y tráeme noticias". Y lo envió desde el valle de Hebrón. Cuando José llegó a Siquém, (Génesis 37, 14)

  • "Se han ido de aquí, repuso el hombre, porque les oí decir: ‘Vamos a Dotán’". José fue entonces en busca de sus hermanos, y los encontró en Dotán. (Génesis 37, 17)

  • "¿Por qué no lo matamos y lo arrojamos en una de esas cisternas? Después diremos que lo devoró una fiera. ¡Veremos entonces en qué terminan sus sueños!". (Génesis 37, 20)

  • Apenas José llegó al lugar donde estaban sus hermanos, estos lo despojaron de su túnica -la túnica de mangas largas que llevaba puesta-, (Génesis 37, 23)

  • Pero mientras tanto, unos negociantes madianitas pasaron por allí y retiraron a José de la cisterna. Luego lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas de planta, y José fue llevado a Egipto. (Génesis 37, 28)

  • Cuando Rubén volvió a la cisterna y se dio cuenta de que José había desaparecido, desgarró su ropa, (Génesis 37, 29)

  • Entonces tomaron la túnica de José, degollaron un cabrito, y empaparon la túnica con sangre. (Génesis 37, 31)

  • Este, al reconocerla, exclamó: "¡Es la túnica de mi hijo! Un animal salvaje lo ha devorado. ¡José ha sido presa de las fieras!". (Génesis 37, 33)

  • Cuando José fue llevado a Egipto, Putifar -un egipcio que era funcionario del Faraón, capitán de guardias- lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allí. (Génesis 39, 1)

  • Pero como el Señor estaba con José, la suerte lo favoreció, y quedó en la casa de su patrón, el egipcio. (Génesis 39, 2)

  • A partir del momento en que le encomendó el cuidado de su casa y de todas sus posesiones, el Señor bendijo la casa del egipcio, en atención a José. La bendición del Señor se extendía a todas sus posesiones, dentro y fuera de la casa. (Génesis 39, 5)

  • Por eso dejó a cargo de José todo lo que poseía, y ya no se preocupó más de nada, fuera del alimento que comía. Como José era apuesto y de buena presencia, (Génesis 39, 6)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina