Znaleziono 1543 Wyniki dla: tierra seca

  • Esta Bestia ejercía todo el poder de la primera y estaba a su servicio; y logró que la tierra y sus habitantes adoraran a la primera Bestia, a aquella cuya llaga mortal se había cicatrizado. (Apocalipsis 13, 12)

  • También realizaba grandes prodigios, llegando a hacer descender fuego del cielo sobre la tierra a la vista de todos. (Apocalipsis 13, 13)

  • Y por los prodigios que realizaba al servicio de la primera Bestia, sedujo a los habitantes de la tierra para que fabricaran una imagen en honor de aquella que fue herida por la espada y sobrevivió. (Apocalipsis 13, 14)

  • los elegidos cantaban un canto nuevo delante del trono de Dios, y delante de los cuatro Seres Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender este himno, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. (Apocalipsis 14, 3)

  • Luego vi a otro Ángel que volaba en lo más alto del cielo, llevando una Buena Noticia, la eterna, la que él debía anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, familia, lengua y pueblo. (Apocalipsis 14, 6)

  • El proclamaba con voz potente: «Teman a Dios y glorifíquenlo, porque ha llegado la hora de su Juicio: adoren a aquel que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales». (Apocalipsis 14, 7)

  • En seguida salió del Templo otro Ángel y gritó con voz potente al que estaba sentado sobre la nube: «Empuña tu hoz y siega, porque ha llegado el tiempo de la cosecha y los sembrados de la tierra están maduros». (Apocalipsis 14, 15)

  • Y el que estaba sentado sobre la nube pasó su hoz sobre la tierra, y esta quedó segada. (Apocalipsis 14, 16)

  • Y salió del altar otro Ángel -el que tiene poder sobre el fuego- y gritó con voz potente al que tenía la hoz afilada: «Empuña tu hoz y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque han llegado a su madurez». (Apocalipsis 14, 18)

  • El Ángel pasó la hoz afilada sobre la tierra, cosechó la viña y arrojó los racimos en la inmensa cuba de la ira de Dios. (Apocalipsis 14, 19)

  • Y oí una voz potente que provenía del Templo y ordenaba a los siete Ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios». (Apocalipsis 16, 1)

  • El primer Ángel fue y derramó su copa sobre la tierra, provocando una llaga maligna y dolorosa en todos los hombres que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen. (Apocalipsis 16, 2)


“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina