Znaleziono 50 Wyniki dla: vacas

  • y las vacas feas y escuálidas se comieron a las siete vacas hermosas y robustas. En seguida el Faraón se despertó. (Génesis 41, 4)

  • y de pronto subían del río siete vacas robustas y hermosas, que se pusieron a pastar entre los juncos. (Génesis 41, 18)

  • Detrás de ellas subieron otras siete vacas, escuálidas, de aspecto horrible y esqueléticas, como nunca había visto en todo el territorio de Egipto. (Génesis 41, 19)

  • Y las vacas escuálidas y feas devoraron a las otras siete vacas robustas. (Génesis 41, 20)

  • Las siete vacas hermosas y las siete espigas lozanas representan siete años. Los dos sueños se tratan de lo mismo. (Génesis 41, 26)

  • Y las siete vacas escuálidas y feas que subieron después de ellas son siete años, lo mismo que las siete espigas sin grano y quemadas por el viento del este. Estos serán siete años de hambre. (Génesis 41, 27)

  • Tú vivirás en la región de Gosen, y estarás cerca de mí, junto con tus hijos y tus nietos, tus ovejas y tus vacas, y con todo lo que te pertenece. (Génesis 45, 10)

  • Ellos son pastores, y ya hace mucho tiempo que se dedican a cuidar el ganado. Ahora han traído sus ovejas, sus vacas y todo lo que poseen’. (Génesis 46, 32)

  • Luego José fue a informar al Faraón, diciendo: "Mi padre y mis hermanos vinieron de Canaán con sus ovejas, sus vacas y todo lo que poseen, y ahora están en la región de Gosen". (Génesis 47, 1)

  • Ellos trajeron sus animales a José, y él les dio pan a cambio de caballos, ovejas, vacas y asnos. Y durante aquel año los abasteció de víveres a cambio de todos sus animales. (Génesis 47, 17)

  • Moisés le respondió: "Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos, con nuestros hijos y nuestras hijas, con nuestras ovejas y nuestras vacas, porque celebraremos una fiesta en honor del Señor". (Exodo 10, 9)

  • Luego el Faraón llamó a Moisés y le dijo: "Vayan a rendir culto al Señor. Podrán acompañarlos sus familias, pero quedarán aquí sus ovejas y sus vacas". (Exodo 10, 24)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina