Znaleziono 140 Wyniki dla: vasos de honor

  • Premio de la humildad son el temor del Señor, la riqueza, el honor y la vida. (Proverbios 22, 4)

  • la gloria de un hombre proviene del honor de su padre y una madre despreciada es un oprobio para los hijos. (Eclesiástico 3, 11)

  • Porque la sabiduría hace honor a su nombre y no se manifiesta a muchos. (Eclesiástico 6, 22)

  • No pidas al Señor un puesto importante ni al rey un sitial de honor. (Eclesiástico 7, 4)

  • ¿Qué raza es digna de honor? La raza humana. ¿Qué raza es digna de honor? Los que temen al Señor. ¿Qué raza es despreciable? La raza humana. ¿Qué raza es despreciable? Los que no cumplen la Ley. (Eclesiástico 10, 19)

  • El horno pone a prueba los vasos del alfarero, y la prueba del hombre está en sus conversación. (Eclesiástico 27, 5)

  • la diadema de oro encima del turbante, grabada con la señal de su consagración: insignia de honor, trabajo magnífico, ornamento que es un placer para la vista. (Eclesiástico 45, 12)

  • Josué, hijo de Nun, fue valiente en la guerray sucesor de Moisés en el oficio profético. Haciendo honor a su nombre, se mostró grande para salvar a los elegidos, para castigar a los enemigos sublevados y poner a Israel en posesión de su herencia. (Eclesiástico 46, 1)

  • Entonces, él descendía y elevaba las manos sobre toda la asamblea de los israelitas, para dar con sus labios la bendición del Señor y tener el honor de pronunciar su Nombre. (Eclesiástico 50, 20)

  • De él estará suspendida toda la gloria de la casa de su padre: retoños y gajos, todos los vasos pequeños, desde las tazas hasta las vasijas de todas clases. (Isaías 22, 24)

  • Yo defenderé a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi servidor. (Isaías 37, 35)

  • Por amor a mi Nombre, modero mi ira, por mi honor, la reprimo en favor de ti, a fin de no exterminarte. (Isaías 48, 9)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina