Znaleziono 217 Wyniki dla: Angel

  • Entonces el Angel de Yahveh extendió la punta del bastón que tenía en la mano y tocó la carne y las tortas ázimas. Salió fuego de la roca, consumió la carne y las tortas ázimas, y el Angel de Yahveh desapareció de su vista. (Jueces 6, 21)

  • Entonces Gedeón se dio cuenta de que era el Angel de Yahveh y dijo: «¡Ay, mi señor Yahveh! ¡Pues he visto al Angel de Yahveh cara a cara!» (Jueces 6, 22)

  • El ángel de Yahveh se apareció a esta mujer y le dijo: «Bien sabes que eres estéril y que no has tenido hijos, (Jueces 13, 3)

  • La mujer fue a decírselo a su marido: «Un hombre de Dios ha venido donde mí; su aspecto era como el del Angel de Dios, muy terrible. No le he preguntado de dónde venía ni él me ha manifestado su nombre. (Jueces 13, 6)

  • Dios escuchó a Manóaj y el Angel de Dios vino otra vez donde la mujer cuando estaba sentada en el campo. Manóaj, su marido, no estaba con ella. (Jueces 13, 9)

  • El Angel de Yahveh repondió a Manóaj: «Deberá abstenerse él de todo lo que indiqué a esta mujer. (Jueces 13, 13)

  • Manóaj dijo entonces al Angel de Yahveh: «Permítenos retenerte y prepararte un cabrito.» (Jueces 13, 15)

  • Pero el Angel de Yahveh dijo a Manóaj: «Aunque me obligues a quedarme no probaré tu comida. Pero si quieres preparar un holocausto, ofréceselo a Yahveh.» Porque Manóaj no sabía que era el Angel de Yahveh. (Jueces 13, 16)

  • Manóaj dijo entonces al Angel de Yahveh: «¿Cuál es tu nombre para que, cuando se cumpla tu palabra, te podamos honrar?» (Jueces 13, 17)

  • El Angel de Yahveh le respondió: «¿Por qué me preguntas el nombre, si es maravilloso?.» (Jueces 13, 18)

  • Cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el Angel de Yahveh subía en la llama. Manóaj y su mujer lo estaban viendo y cayeron rostro en tierra. (Jueces 13, 20)

  • Al desaparecer el Angel de Yahveh de la vista de Manóaj y su mujer, Manóaj se dio cuenta de que era el Angel de Yahveh. (Jueces 13, 21)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina