Znaleziono 135 Wyniki dla: Decían

  • Los judíos, asombrados, decían: «¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?» (Juan 7, 15)

  • Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar? (Juan 7, 25)

  • Y muchos entre la gente creyeron en él y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿hará más señales que las que ha hecho éste?» (Juan 7, 31)

  • Se decían entre sí los judíos: «¿A dónde se irá éste que nosotros no le podamos encontrar? ¿Se irá a los que viven dispersos entre los griegos para enseñar a los griegos? (Juan 7, 35)

  • Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Este es verdaderamente el profeta.» (Juan 7, 40)

  • Otros decían: «Este es el Cristo.» Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? (Juan 7, 41)

  • Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acuasarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. (Juan 8, 6)

  • Entonces le decían: «¿Dónde está tu Padre?» Respondió Jesús: «No me conocéis ni a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.» (Juan 8, 19)

  • Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: "Adonde yo voy, vosotros no podéis ir?» (Juan 8, 22)

  • Entonces le decían: «¿Quién eres tú?» Jesús les respondió: «Desde el principio, lo que os estoy diciendo. (Juan 8, 25)

  • Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: «¿No es éste el que se sentaba para mendigar?» (Juan 9, 8)

  • Unos decían: «Es él». «No, decían otros, sino que es uno que se le parece.» Pero él decía: «Soy yo.» (Juan 9, 9)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina