Znaleziono 516 Wyniki dla: Espíritu

  • Evidentemente sois una carta de Cristo, redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones. (II Corintios 3, 3)

  • el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza, no de la letra, sino del Espíritu. Pues la letra mata mas el Espíritu da vida. (II Corintios 3, 6)

  • ¡cuánto más glorioso no será el ministerio del Espíritu! (II Corintios 3, 8)

  • Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. (II Corintios 3, 17)

  • Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que es Espíritu. (II Corintios 3, 18)

  • Pero teniendo aquel espíritu de fe conforme a lo que está escrito: Creí, por eso hablé, también nosotros creemos, y por eso hablamos, (II Corintios 4, 13)

  • Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en arras el Espíritu. (II Corintios 5, 5)

  • en pureza, ciencia, paciencia, bondad; en el Espíritu Santo, en caridad sincera, (II Corintios 6, 6)

  • Teniendo, pues, estas promesas, queridos míos, purifiquémonos de toda mancha de la carne y del espíritu, consumando la santificación en el temor de Dios. (II Corintios 7, 1)

  • Eso es lo que nos ha consolado. Y mucho más que por este consuelo, nos hemos alegrado por el gozo de Tito, cuyo espíritu fue tranquilizado por todos vosotros. (II Corintios 7, 13)

  • Pues, cualquiera que se presenta predicando otro Jesús del que os prediqué, y os proponga recibir un Espíritu diferente del que recibisteis, y un Evangelio diferente del que abrazasteis ¡lo toleráis tan bien! (II Corintios 11, 4)

  • Invité a Tito y mandé con él al hermano. ¿Os ha explotado acaso Tito? ¿No hemos obrado según el mismo espíritu? ¿No hemos seguido las mismas huellas? (II Corintios 12, 18)


“No juízo final daremos contas a Deus até de uma palavra inútil que tenhamos dito.” São Padre Pio de Pietrelcina