Znaleziono 230 Wyniki dla: Gracia

  • Cuando se seca su ramaje es quebrado en astillas: vienen mujeres y le prenden fuego. Por no ser éste un pueblo inteligente, por eso no le tiene piedad su Hacedor, su Plasmador no le otorga gracia. (Isaías 27, 11)

  • Sin embargo aguardará Yahveh para haceros gracia, y así se levantará para compadeceros, porque Dios de equidad es Yahveh: ¡dichosos todos los que en él esperan! (Isaías 30, 18)

  • a pregonar año de gracia de Yahveh, día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran, (Isaías 61, 2)

  • Así dice Yahveh: Halló gracia en el desierto el pueblo que se libró de la espada: va a su descanso Israel. (Jeremías 31, 2)

  • De lejos Yahveh se me apareció. Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti. (Jeremías 31, 3)

  • Ahora, pues, oiga el rey mi señor, caiga bien en tu presencia mi petición de gracia y no me vuelvas a casa del escriba Jonatán, no muera yo allí.» (Jeremías 37, 20)

  • tú les dirás: "He pedido al rey la gracia de que no se me devuelva a casa de Jonatán a morirme allí."» (Jeremías 38, 26)

  • En el año treinta y seis de la deportación de Joaquín, rey de Judá, en el mes doce, el veinticinco del mes, Evil Merodak, rey de Babilonia, hizo gracia en el año en que comenzó a reinar, a Joaquín, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel. (Jeremías 52, 31)

  • El Señor nos dará fuerzas e iluminará nuestros ojos para vivir a la sombra de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y a la sombra de su hijo Baltasar; les serviremos largos días y hallaremos gracia a sus ojos. (Baruc 1, 12)

  • Escucha, Señor, nuestra oración y nuestra súplica, líbranos por ti mismo, y haz que hallemos gracia a los ojos de los que nos deportaron, (Baruc 2, 14)

  • Dios concedió a Daniel hallar gracia y benevolencia ante el jefe de los eunucos. (Daniel 1, 9)

  • y hallar gracia a tus ojos. Mas con alma contrita y espíritu humillado te seamos aceptos, como con holocaustos de carneros y toros, y con millares de corderos pingües; (Daniel 3, 39)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina