Znaleziono 5093 Wyniki dla: Ido

  • Tú dices: «Soy rico; me he enriquecido; nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo. (Apocalipsis 3, 17)

  • Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas, vestidos blancos para que te cubras, y no quede al descubierto la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que te des en los ojos y recobres la vista. (Apocalipsis 3, 18)

  • El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. (Apocalipsis 3, 22)

  • Después tuve una visión. He aquí que una puerta estaba abierta en el cielo, y aquella voz que había oído antes, como voz de trompeta que hablara conmigo, me decía: «Sube acá, que te voy a enseñar lo que ha de suceder después». (Apocalipsis 4, 1)

  • Al instante caí en éxtasis. Vi que un trono estaba erigido en el cielo, y Uno sentado en el trono. (Apocalipsis 4, 2)

  • Entonces se le dio a cada uno un vestido blanco y se les dijo que esperasen todavía un poco, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a ser muertos como ellos. (Apocalipsis 6, 11)

  • y el cielo fue retirado como un libro que se enrolla, y todos los montes y las islas fueron removidos de sus asientos; (Apocalipsis 6, 14)

  • Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. (Apocalipsis 7, 9)

  • Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: «Esos que están vestidos con vestiduras blancas ¿quiénes son y de dónde han venido?» (Apocalipsis 7, 13)

  • Tocó el quinto Angel... Entonces vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. Se le dio la llave del pozo del Abismo. (Apocalipsis 9, 1)

  • tenían corazas como corazas de hierro, y el ruido de sus alas como el estrépito de carros de muchos caballos que corren al combate; (Apocalipsis 9, 9)

  • Pero los demás hombres, los no exterminados por estas plagas, no se convirtieron de las obras de sus manos; no dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír ni caminar. (Apocalipsis 9, 20)


“E’ na dor que o amor se torna mais forte.” São Padre Pio de Pietrelcina