Znaleziono 39 Wyniki dla: Perfecto

  • El los pastoreaba con corazón perfecto, y con mano diestra los guiaba. (Salmos 78, 72)

  • cursaré el camino de la perfección: ¿cuándo vendrás a mí? Procederé con corazón perfecto, dentro de mi casa; (Salmos 101, 2)

  • Alef Dichosos los que van por camino perfecto, los que proceden en la ley de Yahveh. (Salmos 119, 1)

  • Sea mi corazón perfecto en tus preceptos, para que no sea confundido. (Salmos 119, 80)

  • De todo lo perfecto he visto el límite: ¡Qué inmenso es tu mandamiento! (Salmos 119, 96)

  • Pues, aunque uno sea perfecto entre los hijos de los hombres, si le falta la Sabiduría que de ti procede, en nada será tenido. (Sabiduría 9, 6)

  • ¿Quién sufrió esta prueba y fue hallado perfecto? será para él motivo de gloria. ¿Quién pudo prevaricar y no prevaricó, hacer mal y no lo hizo? (Eclesiástico 31, 10)

  • Le vistió de honor perfecto, y le confirmó con insignias de poder, calzones, túnica y efod. (Eclesiástico 45, 8)

  • Dijo: «¡Ah, Yahveh! Dígnate recordar que yo he andado en tu presencia con fidelidad y corazón perfecto haciendo lo recto a tus ojos.» Y Ezequías lloró con abundantes lágrimas. (Isaías 38, 3)

  • Fuiste perfecto en su conducta desde el día de tu creación, hasta el día en que se halló en ti iniquidad. (Ezequiel 28, 15)

  • Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial. (Mateo 5, 48)

  • Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.» (Mateo 19, 21)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina