Znaleziono 808 Wyniki dla: Red
«Manda a los israelitas que cedan a los levitas, de la herencia que les pertenece, ciudades en las que puedan habitar y pastos de alrededor de las ciudades. Se las daréis a los levitas. (Números 35, 2)
Los pastos de las ciudades que cedáis a los levitas comprenderán mil codos alrededor de la ciudad, a contar desde las murallas. (Números 35, 4)
Si resulta que se casan con alguno de otra tribu israelita, será arrancada su parte de la herencia de nuestras familias. Aumentará entonces la herencia de la tribu a la que vayan a pertenecer, y se reducirá la herencia que nos tocó en suerte. (Números 36, 3)
No podrá pasar una herencia de una tribu a otra. Cada una de las tribus de los israelitas quedará vinculada a su heredad.» (Números 36, 9)
Y ahora, levantaos y pasad el torrente Zéred.» Y pasamos el torrente Zéred. (Deuteronomio 2, 13)
El tiempo que estuvimos caminando desde Cadés Barnea hasta que pasamos el torrente Zéred fue de 38 años; por lo que había desaparecido ya del campamento toda la generación de hombres de guerra, como Yahveh les había jurado. (Deuteronomio 2, 14)
hasta que Yahveh conceda reposo a vuestros hermanos, como a vosotros, y ellos también hayan tomado posesión de la tierra que Yahveh vuestro Dios les ha dado al otro lado del Jordán; entonces volveréis cada uno a la heredad que yo os he dado.» (Deuteronomio 3, 20)
pero a vosotros os tomó Yahveh y os sacó del horno de hierro, de Egipto, para que fueseis el pueblo de su heredad, como lo sois hoy. (Deuteronomio 4, 20)
Y vuestro pecado, el becerro que os habíais hecho, lo tomé y lo quemé; lo hice pedazos, lo pasé a la muela hasta que quedó reducido a polvo, y tiré el polvo al torrente que baja de la montaña. (Deuteronomio 9, 21)
Supliqué a Yahveh y dije: «Señor Yahveh, no destruyas a tu pueblo, tu heredad, que tú rescataste con tu grandeza y que sacaste de Egipto con mano fuerte. (Deuteronomio 9, 26)
Pero ellos son tu pueblo, tu heredad, aquellos a quienes tú sacaste con tu gran fuerza y tu tenso brazo.» (Deuteronomio 9, 29)
Por eso Leví no ha tenido parte ni heredad con sus hermanos: Yahveh es su heredad, como Yahveh tu Dios le dijo. (Deuteronomio 10, 9)