Znaleziono 191 Wyniki dla: aceite de unción

  • Cuando ofrezcas una oblación de pasta cocida al horno, será de flor de harina en panes ázimos amasados con aceite, o en tortas ázimas untadas en aceite. (Levítico 2, 4)

  • Si tu ofrenda es una oblación preparada en la chapa, ha de ser de flor de harina, amasada con aceite, sin levadura. (Levítico 2, 5)

  • La partirás en trozos y encima derramarás aceite. Es una oblación. (Levítico 2, 6)

  • Si tu ofrenda es una oblación preparada en cazuela, se hará de flor de harina con aceite. (Levítico 2, 7)

  • Derramarás sobre ella aceite y le echarás además incienso; es una oblación. (Levítico 2, 15)

  • El sacerdote quemará, como memorial de la misma, parte del grano majado y del aceite, con todo el incienso, como manjar abrasado para Yahveh. (Levítico 2, 16)

  • Si no le alcanza para dos tórtolas o dos pichones, presentará, como ofrenda suya por haber pecado, una décima de medida de flor de harina como sacrificio por el pecado. No añadirá aceite, ni echará sobre ella incienso, porque es sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 11)

  • uno de ellos tomará de la oblación un puñado de flor de harina (con su aceite, y todo el incienso que se añade a la oblación), y lo quemará en el altar, en memorial, como calmante aroma para Yahveh. (Levítico 6, 8)

  • Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos ofrecerán a Yahveh el día de su unción: una décima de medida de flor de harina, como oblación perpetua, la mitad por la mañana, y la mitad por la tarde. (Levítico 6, 13)

  • Será preparada con aceite en la sartén; la ofrecerás bien frita y la presentarás partida en trozos como una oblación, como calmante aroma para Yahveh. (Levítico 6, 14)

  • pero toda oblación amasada con aceite, o seca, se dará a todos los hijos de Aarón, en porciones iguales. (Levítico 7, 10)

  • Si se ofrece en alabanza, se ofrecerán, juntamente con el sacrificio de alabanza, panes ázimos amasados con aceite, tortas ázimas untadas de aceite y tortas de flor de harina amasadas con aceite. (Levítico 7, 12)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina