Znaleziono 256 Wyniki dla: comer maná

  • El copero mayor dijo: «¿Acaso mi señor me ha enviado a decir estas cosas a tu señor, o a ti, y no a los hombres que se encuentran sobre la muralla, que tienen que comer sus excrementos y beber sus orinas con vosotros?» (Isaías 36, 12)

  • Haré comer a tus opresores su propia carne, como con vino nuevo, con su sangre se embriagarán. Y sabrá todo el mundo que yo, Yahveh, soy el que te salva, y el que te rescata, el Fuerte de Jacob. (Isaías 49, 26)

  • Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer, (Isaías 55, 10)

  • Bestias todas del campo, venid a comer, bestias todas del bosque. (Isaías 56, 9)

  • Luego os traje a la tierra del vergel, para comer su fruto y su bien. Llegasteis y ensuciasteis mi tierra, y pusisteis mi heredad asquerosa. (Jeremías 2, 7)

  • Cual mana un pozo sus aguas, tal mana ella su malicia. «¡Atropello!», «¡despojo!» - se oye decir en ella; ante mí de continuo heridas y golpes. (Jeremías 6, 7)

  • Por eso, así dice Yahveh Sebaot, el dios de Israel: He aquí que voy a dar de comer a este pueblo ajenjo y les voy a dar de beber agua emponzoñada. (Jeremías 9, 14)

  • en orden a cumplir el juramento que hice a vuestros padres, de darles una tierra que mana leche y miel - como se cumple hoy.» Respondí y dije: ¡Amén, Yahveh! (Jeremías 11, 5)

  • Y en casa de convite tampoco entres a sentarte con ellos a comer y beber. (Jeremías 16, 8)

  • Les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y comerán cada uno la carne de su prójimo, en el aprieto y la estrechez con que les estrecharán sus enemigos y los que busquen su muerte.» (Jeremías 19, 9)

  • Por tanto, así dice Yahveh Sebaot tocante a los profetas: He aquí que les voy a dar de comer ajenjo y les voy a dar de beber agua emponzoñada. Porque a partir de los profetas de Jerusalén se ha propagado la impiedad por toda la tierra. (Jeremías 23, 15)

  • Un cesto era de higos muy buenos, como los primerizos, y el otro de higos malos, tan malos que no se podían comer. (Jeremías 24, 2)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina