Znaleziono 199 Wyniki dla: decía

  • Vio claramente en visión, hacia la hora nona del día, que el Angel de Dios entraba en su casa y le decía: «Cornelio.» (Hechos 10, 3)

  • Oí también una voz que me decía: "Pedro, levántate, sacrifica y come." (Hechos 11, 7)

  • Al final de su carrera, Juan decía: "Yo no soy el que vosotros os pensáis, sino mirad que viene detrás de mí aquel a quien no soy digno de desatar las sandalias de los pies." (Hechos 13, 25)

  • Los judíos, al ver a la multitud, se llenaron de envidia y contradecían con blasfemias cuanto Pablo decía. (Hechos 13, 45)

  • Después de estos sucesos, Pablo tomó la decisión de ir a Jerusalén pasando por Macedonia y Acaya. Y decía: «Después de estar allí he de visitar también Roma.» (Hechos 19, 21)

  • caí al suelo y oí una voz que me decía: "Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?" (Hechos 22, 7)

  • y le vi a él que me decía: "Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí." (Hechos 22, 18)

  • Caímos todos a tierra y yo oí una voz que me decía en lengua hebrea: "Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? Te es duro dar coces contra el aguijón." (Hechos 26, 14)

  • No obstante, os envío a los hermanos para que nuestro motivo de gloria respecto de vosotros no se desvanezca en este particular y estéis preparados como os decía. (II Corintios 9, 3)

  • Caí en éxtasis el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta, que decía: (Apocalipsis 1, 10)

  • Después tuve una visión. He aquí que una puerta estaba abierta en el cielo, y aquella voz que había oído antes, como voz de trompeta que hablara conmigo, me decía: «Sube acá, que te voy a enseñar lo que ha de suceder después». (Apocalipsis 4, 1)

  • Y seguí viendo: Cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, oí al primero de los cuatro Vivientes que decía con voz como de trueno: «Ven». (Apocalipsis 6, 1)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina