Znaleziono 199 Wyniki dla: decía

  • porque había sido dada en matrimonio a siete hombres, pero el malvado demonio Asmodeo los había matado antes de que se unieran a ella como casados. La esclava le decía: «¡Eres tú la que matas a tus maridos! Ya has tenido siete, pero ni de uno siquiera has disfrutado. (Tobías 3, 8)

  • porque se decía: «No sea que haya muerto y nos sirva de mofa y escarnio.» (Tobías 8, 10)

  • Ana, su mujer, decía: «Mi hijo ha muerto y ya no se cuenta entre los vivos.» Y rompió a llorar y a lamentarse por su hijo, diciendo: (Tobías 10, 4)

  • En el año cuarto del reinado de Tolomeo y Cleopatra, Dositeo, que decía ser sacerdote y levita, y su hijo Tolomeo, trajeron la presente carta relativa a los Purim. Aseguraron que era auténtica y que había sido traducida por Lisímaco, hijo de Tolomeo, de la ciudad de Jerusalén. (Ester 11, 1)

  • Al terminar los días de estos convites, Job les mandaba a llamar para purificarlos; luego se levantaba de madrugada y ofrecía holocaustos por cada uno de ellos. Porque se decía: «Acaso mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en su corazón.» Así hacía Job siempre. (Job 1, 5)

  • Y me decía: «Anciano moriré, como la arena aumentaré mis días. (Job 29, 18)

  • Me decía yo: «Hablará la edad, los muchos años enseñarán sabiduría.» (Job 32, 7)

  • Y yo en mi paz decía: «Jamás vacilaré.» (Salmos 30, 7)

  • ¡Y yo que decía en mi inquietud: «Estoy dejado de tus ojos!» Mas tú oías la voz de mis plegarias, cuando clamaba a ti. (Salmos 31, 23)

  • Yo me decía: «Guardaré mis caminos, sin pecar con mi lengua, pondré un freno en mi boca, mientras esté ante mí el impío.» (Salmos 39, 2)

  • entonces se llenó de risa nuestra boca y nuestros labios de gritos de alegría. Entonces se decía entre las naciones: ¡Grandes cosas ha hecho Yahveh con éstos! (Salmos 126, 2)

  • Gorgias llegó de noche al campamento de Judas y al no encontrar a nadie, los estuvo buscando por las montañas, pues decía: «Estos van huyendo de nosotros.» (I Macabeos 4, 5)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina