Znaleziono 14 Wyniki dla: intenciones

  • Contestóles: «¡Así esté Yahveh con vosotros como voy a dejaros salir a vosotros con vuestros pequeños! Ved cómo a la vista están vuestras malas intenciones. (Exodo 10, 10)

  • Les oyó sus proyectos, descubrió sus intenciones y se enteró de que estaban dispuestos a poner sus manos en el rey Asuero. Entonces Mardoqueo los denunció al rey, (Ester 12, 2)

  • Queriendo yo saber, por medio de mis consejeros, cómo podría llevar a buen término mis intenciones, uno de ellos, distinguido entre todos por su prudencia y señalado por su inquebrantable lealtad y su firme fidelidad, segundo en el reino por su dignidad, Amán, (Ester 13, 3)

  • y Báquides se puso en marcha con un fuerte ejército. Envió cartas secretas a sus alidados de Judea ordenándoles prender a Jonatán y a los suyos. Pero no pudieron, porque fueron conocidas sus intenciones, (I Macabeos 9, 60)

  • Pues el mismo que tiene en los cielos su morada, vela y protege aquel Lugar; y a los que se acercan con malas intenciones los hiere de muerte.» (II Macabeos 3, 39)

  • Las intenciones de los justos son equidad, los planes de los malos, son engano. (Proverbios 12, 5)

  • No comas pan con hombre de malas intenciones, ni desees sus manjares. (Proverbios 23, 6)

  • El hombre de malas intenciones corre tras la riqueza, sin saber que lo que le viene es la indigencia. (Proverbios 28, 22)

  • Porque del Señor habéis recibido el poder, del Altísimo, la soberanía; él examinará vuestras obras y sondeará vuestras intenciones. (Sabiduría 6, 3)

  • hasta no haber pagado a cada cual según sus actos, las obras de los hombres según sus intenciones, (Eclesiástico 35, 22)

  • Porque del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. (Mateo 15, 19)

  • Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, (Marcos 7, 21)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina