Znaleziono 1892 Wyniki dla: pon

  • Respondió Isaac y dijo a Esaú: «Mira, le he puesto por señor tuyo, le he dado por siervos a todos sus hermanos y le he abastecido de trigo y vino. Según eso, ¿qué voy a hacer por ti, hijo mío?» (Génesis 27, 37)

  • Tu descendencia será como el polvo de la tierra y te extenderás al poniente y al oriente, al norte y al mediodía; y por ti se bendencirán todos los linajes de la tierra; y por tu descendencia. (Génesis 28, 14)

  • Respondióle: «¿Es poco habertte llevado mi marido, que encima vas a llevarte las mandrágoras de mi hijo?» Dijo Raquel: «Sea: que se acueste contigo Jacob esta noche, a cambio de las mandrágoras de tu hijo.» (Génesis 30, 15)

  • Respondióle: «Tu sabes cómo te he servido, y cómo le fue a tu ganado conmigo: (Génesis 30, 29)

  • Dijo Labán: «¿Qué he de darte?» Respondió Jacob: «No me des nada. Si haces por mí esta, volveré a apacentar tu rebaño. Fíjate bien: (Génesis 30, 31)

  • interponiendo tres jornadas de camino entre él y Jacob. Este último apacentaba el resto del rebaño de Labán. (Génesis 30, 36)

  • Además, siempre que se calentaban las reses vigorosas, poníales Jacob las varas ante los ojos en las pilas, para que se calentaran bajo el influjo de las varas; (Génesis 30, 41)

  • mas cuando el ganado estaba débil, no las ponía de modo que las crías débiles eran para Labán, y las vigorosas para Jacob. (Génesis 30, 42)

  • Y me dijo el Angel de Dios en aquel sueño: "¡Jacob!" Yo respondí: "Aquí estoy." (Génesis 31, 11)

  • Respondieron Raquel y Lía y le dijeron: «¿Es que tenemos aún parte o herencia en la casa de nuestro padre? (Génesis 31, 14)

  • Respondió Jacob a Labán: «Es que tuve miedo, pensando que acaso ibas a quitarme a tus hijas. (Génesis 31, 31)

  • Pero Raquel había tomada los ídolos familiares y, poniéndolos en la albarda del camello, se había sentado encima. Labán registró toda la tienda sin hallar nada. (Génesis 31, 34)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina