Znaleziono 1068 Wyniki dla: templo de Jerusalén

  • Sadoq y Abiatar volvieron el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allí. (II Samuel 15, 29)

  • Jusay, amigo de David, entró en la ciudad cuando Absalón llegaba a Jerusalén. (II Samuel 15, 37)

  • El rey preguntó: «¿Dónde está el hijo de tu señor?» Sibá respondió al rey: «Se ha quedado en Jerusalén porque se ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.» (II Samuel 16, 3)

  • Absalón y todos hombres de Israel entraron en Jerusalén; Ajitófel estaba con él. (II Samuel 16, 15)

  • Llegó la gente de Absalón a la casa, donde la mujer, y dijeron: «¿Dónde están Ajimaas y Jonatán?» La mujer respondió: «Han pasado más allá hacia el agua.» Buscaron, pero no hallaron nada y se volvieron a Jerusalén. (II Samuel 17, 20)

  • y dijo al rey: «No me impute culpa mi señor y no recuerdes el mal que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salía de Jerusalén; que no lo guarde el rey en su corazón, (II Samuel 19, 20)

  • Cuando llegó de Jerusalén al encuentro del rey, el rey le dijo: «¿Por qué no viniste conmigo, Meribbaal?» (II Samuel 19, 26)

  • Dijo el rey a Barzillay: «Sigue conmigo y yo te mantendré junto a mí en Jerusalén.» (II Samuel 19, 34)

  • Pero Barzillay dijo al rey: «¿Cuántos podrán ser los años de mi vida para que suba con el rey a Jerusalén? (II Samuel 19, 35)

  • Y todos los hombres de Israel se apartaron de David para seguir a Seba, hijo de Bikrí, mientras que los hombres de Judá se adhirieron a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén. (II Samuel 20, 2)

  • David entró en su casa de Jerusalén; tomó el rey las diez concubinas que había dejado para guardar la casa y las puso bajo custodia. Proveyó a su mantenimiento, pero no se acercó a ellas y estuvieron encerradas hasta el día de su muerte, como viudas de por vida. (II Samuel 20, 3)

  • Salieron en pos de Abisay los hombres de Joab, los kereteos, los peleteos y todos los valientes; salieron de Jerusalén para perseguir a Seba, hijo de Bikrí. (II Samuel 20, 7)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina