Znaleziono 501 Wyniki dla: tienda del encuentro

  • En la Tienda Santa, en su presencia, he ejercido el ministerio, así en Sión me he afirmado, (Eclesiástico 24, 10)

  • Cual cinamomo y aspálato aromático he dado fragancia, cual mirra exquisita he dado buen olor, como gálbano y ónice y estacte, como nube de incienso en la Tienda. (Eclesiástico 24, 15)

  • Cual caminante sediento abre ella la boca, y de toda agua que se topa bebe; ante toda clavija de tienda, impúdica, se sienta, y a toda flecha abre su aljaba. (Eclesiástico 26, 12)

  • El que la atiende no encontrará reposo, ni plantará su tienda en paz. (Eclesiástico 28, 16)

  • y tienda para sombra contra el calor diurno, y para abrigo y reparo contra el aguacero y la lluvia. (Isaías 4, 6)

  • Entonces Yahveh dijo a Isaías: «Ea, sal con tu hijo Sear Yasub al final del caño de la alberca superior, por la calzada del campo del Batanero, al encuentro de Ajaz, (Isaías 7, 3)

  • No será habitada jamás ni poblada en generaciones y generaciones, ni pondrá tienda allí el árabe, ni pastores apacentarán allí. (Isaías 13, 20)

  • El seol, allá abajo, se estremeció por ti saliéndote al encuentro; por ti despierta a las sombras, a todos los jerifaltes de la tierra; hace levantarse de sus tronos a los reyes de todas las naciones. (Isaías 14, 9)

  • será establecido sobre la piedad el trono, y se sentará en él con lealtad - en la tienda de David - un juez que busque el derecho, y sea presto a la justicia. (Isaías 16, 5)

  • Al encuentro del sediento llevad agua, habitantes del país de Temá; salid con pan al encuentro del fugitivo. (Isaías 21, 14)

  • Contempla a Sión, villa de nuestras solemnidades: tus ojos verán a Jerusalén, albergue fijo, tienda sin trashumancia, cuyas clavijas no serán removidas nunca y cuyas cuerdas no serán rotas. (Isaías 33, 20)

  • Mi morada es arrancada, se me arrebata como tienda de pastor. Enrollo como tejedor mi vida, del hilo del tejido me cortaste. De la noche a la mañana acabas conmigo; (Isaías 38, 12)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina