Znaleziono 192 Wyniki dla: vergüenza eterna

  • Cierto que ya sólo el mencionar las cosas que hacen ocultamente da vergüenza; (Efesios 5, 12)

  • cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en su vergüenza, que no piensan más que en las cosas de la tierra. (Filipenses 3, 19)

  • Estos sufrirán la pena de una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, (II Tesalonicenses 1, 9)

  • Que el mismo Señor nuestro Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y que nos ha dado gratuitamente una consolación eterna y una esperanza dichosa, (II Tesalonicenses 2, 16)

  • Y si encontré misericordia fue para que en mí primeramente manifestase Jesucristo toda su paciencia y sirviera de ejemplo a los que habían de creer en él para obtener vida eterna. (I Timoteo 1, 16)

  • Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos. (I Timoteo 6, 12)

  • Por esto todo lo soporto por los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que está en Cristo Jesús con la gloria eterna. (II Timoteo 2, 10)

  • con la esperanza de vida eterna, prometida desde toda la eternidad por Dios que no miente, (Tito 1, 2)

  • para que, justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna. (Tito 3, 7)

  • y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen, (Hebreos 5, 9)

  • Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una redención eterna. (Hebreos 9, 12)

  • Por eso es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida. (Hebreos 9, 15)


“Todas as pessoas que escolhem a melhor parte (viver em Cristo) devem passar pelas dores de Cristo; algumas mais, algumas menos…” São Padre Pio de Pietrelcina