Znaleziono 51 Wyniki dla: zarza ardiente

  • Si nuestro Dios, a quien servimos, es capaz de librarnos, nos librará del horno de fuego ardiente y de tu mano, oh rey; (Daniel 3, 17)

  • y mandó a los hombres más fuertes de su ejército que ataran a Sadrak, Mesak y Abed Negó y los arrojaran al horno de fuego ardiente. (Daniel 3, 20)

  • Fueron, pues, atados estos hombres, con sus zaragüelles, túnicas, gorros y vestidos, y arrojados al horno de fuego ardiente. (Daniel 3, 21)

  • Y los tres hombres, Sadrak, Mesak y Abed Negó, cayeron, atados, en medio del horno de fuego ardiente. (Daniel 3, 23)

  • Y Nabucodonosor se acercó a la boca del horno de fuego ardiente y dijo: «Sadrak, Mesak y Abed Negó, servidores del Dios Altísimo, salid y venid aquí.» Entonces Sadrak, Mesak y Abed Negó salieron de en medio del fuego. (Daniel 3, 93)

  • Mientras yo contemplaba: Se aderezaron unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura, blanca como la nieve; los cabellos de su cabeza, puros como la lana. Su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente. (Daniel 7, 9)

  • Todos ellos, adúlteros, son como un horno ardiente, que el panadero deja de atizar desde que amasa la pasta hasta que fermenta. (Oseas 7, 4)

  • Vedlos que han escapado de la devastación: Egipto los recogerá, Menfis los sepultará; sus tesoros de plata, la ortiga los heredará, la zarza llenará sus tiendas. (Oseas 9, 6)

  • Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? (Marcos 12, 26)

  • Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian uvas. (Lucas 6, 44)

  • Y que los muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. (Lucas 20, 37)

  • «Al cabo de cuarenta años se le apareció un ángel en el desierto del monte Sinaí, sobre la llama de una zarza ardiendo. (Hechos 7, 30)


“Jesus vê, conhece e pesa todas as suas ações.” São Padre Pio de Pietrelcina