Znaleziono 3446 Wyniki dla: �Cómo

  • Hijos míos, que no os engañe nadie. El que practica la justicia es justo como él es justo; (I Juan 3, 7)

  • no como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. Y ¿por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. (I Juan 3, 12)

  • Si alguno tiene bienes de este mundo, ve a su hermano en la necesidad y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede estar en él el amor de Dios? (I Juan 3, 17)

  • En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Dios nos ha amado a nosotros y ha enviado a su Hijo como víctima expiatoria por nuestros pecados. (I Juan 4, 10)

  • En esto consiste la perfección del amor en nosotros: en que tenemos confianza absoluta en el día del juicio; porque como es él, así somos nosotros en este mundo. (I Juan 4, 17)

  • El amor consiste en que caminemos según sus mandamientos. Y este mandamiento, tal y como lo habéis recibido desde el principio, es que caminéis en el amor. (II Juan 1, 6)

  • Porque han irrumpido en el mundo muchos seductores, que no confiesan a Jesús como el mesías hecho hombre. Ése es el seductor, el anticristo. (II Juan 1, 7)

  • Queridísimo, deseo que prosperen todas tus cosas y que tu salud corporal sea tan buena como la espiritual. (III Juan 1, 2)

  • ellos han dado público testimonio de tu amor ante la Iglesia. Harás muy bien en darles todo lo que necesiten para el viaje, como Dios se merece. (III Juan 1, 6)

  • como a Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, que, al igual que aquéllas, se dedicaron a la lujuria y la homosexualidad y quedaron como ejemplo, sujetas a la pena del fuego eterno. (Judas 1, 7)

  • Pero ellos injurian aun a lo que no conocen; y lo que conocen por instinto, como los animales, sólo les sirve para su ruina. (Judas 1, 10)

  • el cual atestigua, como palabra de Dios y testimonio de Jesucristo, todo lo que ha visto. (Apocalipsis 1, 2)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina