Znaleziono 400 Wyniki dla: �Cuál

  • Más aún: nos alegramos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por medio del cual hemos conseguido la reconciliación. (Romanos 5, 11)

  • Pero gracias a Dios vosotros, después de haber sido esclavos del pecado, habéis obedecido de todo corazón a la norma de doctrina en la cual habéis sido instruidos; (Romanos 6, 17)

  • Pero ahora, al morir a la ley, a la cual estábamos sujetos, hemos quedado libres para servir a Dios no conforme a la letra de la vieja ley, sino conforme a la nueva vida del Espíritu. (Romanos 7, 6)

  • Por lo cual el deseo de la carne es enemigo de Dios, porque no se somete a la ley de Dios, ni puede en realidad someterse. (Romanos 8, 7)

  • Y no os acomodéis a este mundo; al contrario, transformaos y renovad vuestro interior para que sepáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto. (Romanos 12, 2)

  • Queridos míos, no os toméis la justicia por vuestra mano; dejad que sea Dios el que castigue, como dice la Escritura: Yo haré justicia, yo daré a cada cual su merecido. (Romanos 12, 19)

  • Por lo cual es necesario que os sometáis no solamente por temor al castigo, sino más bien por un deber de conciencia. (Romanos 13, 5)

  • Por él vosotros estáis en Cristo Jesús, el cual de parte de Dios se ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención, (I Corintios 1, 30)

  • Hermanos, que cada cual permanezca ante Dios en el estado que tenía cuando fue llamado. (I Corintios 7, 24)

  • ¿Cuál es, pues, mi recompensa? Que predico el evangelio y lo hago gratuitamente, no haciendo valer mis derechos por la evangelización. (I Corintios 9, 18)

  • Porque cada cual se adelanta a comer su propia cena; y mientras uno pasa hambre, otro se emborracha. (I Corintios 11, 21)

  • A cada cual se le da la manifestación del Espíritu para el bien común. (I Corintios 12, 7)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina