Znaleziono 91 Wyniki dla: Absalón

  • Absalón mandó recado a Joab para que fuera a ver al rey de parte suya, pero Joab no quiso ir. Le mandó por segunda vez, y tampoco quiso ir. (II Samuel 14, 29)

  • Entonces dijo a sus siervos: "Conocéis el campo de Joab, que está junto al mío y en el que tiene cebada; id y prendedle fuego". Y los siervos de Absalón prendieron fuego al campo. (II Samuel 14, 30)

  • Entonces Joab se presentó a Absalón en su casa y le dijo: "¿Por qué tus siervos han prendido fuego a mi campo?". (II Samuel 14, 31)

  • Absalón le respondió: "Te he mandado a decir que vinieses para enviarte al rey con este mensaje: ¿Para qué he venido de Guesur? Me hubiera sido mejor estar todavía allí. Quiero ver al rey; y, si tengo culpa, que me mate". (II Samuel 14, 32)

  • Joab se presentó al rey y se lo comunicó. Entonces el rey llamó a Absalón. Absalón se presentó y se postró rostro en tierra ante el rey. Y el rey besó a Absalón. (II Samuel 14, 33)

  • Después de esto, Absalón se procuró un carro y caballos y una guardia de cincuenta hombres. (II Samuel 15, 1)

  • Absalón se levantaba pronto, se ponía junto al camino que lleva a la puerta y, cuando un hombre tenía un pleito que le llevaba ante el rey para el juicio, le llamaba y le decía: "¿De qué ciudad eres?". Él respondía: "Tu servidor es de tal tribu de Israel". (II Samuel 15, 2)

  • Absalón le decía: "Mira, tu causa es buena y justa; pero no hay quien te escuche de parte del rey". (II Samuel 15, 3)

  • Así procedía Absalón con todos los israelitas que venían a pedir justicia al rey, y así ganaba el corazón de los israelitas. (II Samuel 15, 6)

  • Al cabo de cuatro años, Absalón dijo al rey: "Permíteme que vaya a Hebrón a cumplir un voto que hice al Señor; (II Samuel 15, 7)

  • El rey le respondió: "Vete en paz". Entonces Absalón partió para Hebrón. (II Samuel 15, 9)

  • Absalón mandó mensajeros a todas las tribus de Israel, para decirles: "Cuando oigáis el sonido de la trompeta, gritaréis: Absalón reina en Hebrón". (II Samuel 15, 10)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina