Znaleziono 330 Wyniki dla: Cristo resucitado

  • Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me ha fortalecido y me ha juzgado digno de confianza llamándome a su servicio (I Timoteo 1, 12)

  • Esta doctrina es digna de crédito y debe ser aceptada sin reserva: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, el primero de los cuales soy yo. (I Timoteo 1, 15)

  • Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, también él hombre, (I Timoteo 2, 5)

  • Los que desempeñan bien su ministerio consiguen gran honor y mucha seguridad en la fe en Cristo Jesús. (I Timoteo 3, 13)

  • Serás buen ministro de Cristo Jesús si enseñas estas cosas a los hermanos, alimentando tu espíritu con las enseñanzas de la fe y de la buena doctrina, de que tan fiel discípulo te has mostrado. (I Timoteo 4, 6)

  • Descarta, en cambio, a las viudas jóvenes; porque en cuanto los deseos del placer las apartan de Cristo, quieren casarse de nuevo (I Timoteo 5, 11)

  • Yo te conjuro ante Dios, ante Cristo Jesús y ante los ángeles elegidos, que observes estas cosas imparcialmente, sin dejarte llevar de favoritismos. (I Timoteo 5, 21)

  • Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio testimonio de la verdad ante Poncio Pilato, te pido (I Timoteo 6, 13)

  • Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios para anunciar la promesa de la vida que tenemos en Cristo Jesús, (II Timoteo 1, 1)

  • a Timoteo, mi hijo querido: Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. (II Timoteo 1, 2)

  • que nos ha salvado y nos ha llamado a una vida consagrada a él, no por nuestras obras, sino por pura voluntad suya y por la gracia que nos ha dado en Cristo Jesús, desde toda la eternidad, (II Timoteo 1, 9)

  • y que ahora se ha manifestado con la aparición de nuestro Señor, Cristo Jesús, que destruyó la muerte y ha hecho brillar la vida y la inmortalidad por el evangelio, (II Timoteo 1, 10)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina