Znaleziono 1981 Wyniki dla: Descanso de la tierra

  • Y por la tarde volvió, trayendo en su pico una rama de olivo. Así conoció Noé que las aguas no cubrían ya la superficie de la tierra. (Génesis 8, 11)

  • El año seiscientos uno de la vida de Noé, el día uno del primer mes, se secaron las aguas sobre la superficie de la tierra. Noé levantó la cubierta del arca, miró y vio que la superficie de la tierra estaba seca. (Génesis 8, 13)

  • El día veintisiete del segundo mes la tierra estaba completamente seca. (Génesis 8, 14)

  • Saca también todos los animales que están contigo: aves, ganados y reptiles: que llenen la tierra, que crezcan y que se multipliquen sobre ella". (Génesis 8, 17)

  • El Señor aspiró el perfume agradable, y se dijo: "No maldeciré más la tierra por causa del hombre, porque los impulsos del corazón del hombre tienden al mal desde su adolescencia; jamás volveré a castigar a los seres vivientes como acabo de hacerlo. (Génesis 8, 21)

  • Mientras dure la tierra, sementera y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche no cesarán más". (Génesis 8, 22)

  • Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: "Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. (Génesis 9, 1)

  • Todos los animales de la tierra os temerán y os respetarán; las aves del cielo, todo lo que se mueve sobre la tierra y todos los peces del mar están en vuestras manos. (Génesis 9, 2)

  • Vosotros sed fecundos, multiplicaos, llenad la tierra y dominadla". (Génesis 9, 7)

  • Éste es mi pacto con vosotros: Ningún ser viviente volverá a ser exterminado por las aguas del diluvio, ni volverá a haber diluvio que arrase la tierra". (Génesis 9, 11)

  • Yo pongo mi arco iris en las nubes, y él será la señal de la alianza entre mí y la tierra. (Génesis 9, 13)

  • Cuando cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris, (Génesis 9, 14)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina