Znaleziono 62 Wyniki dla: Lámparas del Candelabro

  • Puso el candelabro en la tienda de la reunión, frente a la mesa, al lado sur del tabernáculo, (Exodo 40, 24)

  • y colocó en él las lámparas, como el Señor le había mandado. (Exodo 40, 25)

  • "Ordena a los israelitas que traigan aceite puro de olivas molidas, para alimentar permanentemente las lámparas. (Levítico 24, 2)

  • Aarón dispondrá las lámparas en el candelabro de oro puro para que ardan continuamente en presencia del Señor". (Levítico 24, 4)

  • Tenían a su cargo el arca, la mesa, el candelabro, los altares, los objetos sagrados para el culto, la cortina y todo su servicio. (Números 3, 31)

  • Tomarán una tela morada, con la que cubrirán el candelabro, sus lámparas, despabiladeras, ceniceros y aceiteras para alimentarlo. (Números 4, 9)

  • Eleazar, hijo de Aarón, sacerdote, tendrá el encargo del aceite del candelabro, del perfume aromático, de la ofrenda perpetua y del aceite de la unción. Deberá, además, vigilar sobre toda la tienda y lo que hay en ella: las cosas sagradas y sus utensilios". (Números 4, 16)

  • "Di a Aarón: Cuando pongas las lámparas en el candelabro, las dispondrás de manera que las siete lámparas alumbren hacia adelante". (Números 8, 2)

  • Así lo hizo Aarón: puso las lámparas en la parte anterior del candelabro, como el Señor había ordenado a Moisés. (Números 8, 3)

  • El candelabro era de oro trabajado a cincel, tanto el pie como los brazos, todo de oro trabajado a cincel. Moisés había ordenado hacerlo conforme al modelo que el Señor le había mostrado. (Números 8, 4)

  • los candelabros de oro puro para delante del lugar santísimo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda; flores, lámparas y despabiladeras de oro; (I Reyes 7, 49)

  • Vamos a hacerle una habitación arriba, y pongamos allí una cama, una mesa, una silla y un candelabro, para que, cuando venga a nuestra casa, se recoja en ella". (II Reyes 4, 10)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina