Znaleziono 114 Wyniki dla: Mesa

  • Como la mesa estaba preparada para mí con alimentos abundantes, dije a mi hijo Tobías: "Hijo mío, ve en busca de un pobre de entre nuestros compatriotas cautivos en Nínive que de veras se acuerde del Señor, y tráelo a comer conmigo. Espero hasta que vuelvas". (Tobías 2, 2)

  • Se lavaron y se sentaron a la mesa. Tobías dijo a Rafael: "Hermano Azarías, di a Ragüel que me dé a mi pariente Sara por esposa". (Tobías 7, 9)

  • A buena hora se pusieron en camino y llegaron a la boda. Al entrar en casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa. Se levantó y saludó a Gabael, que se echó a llorar y lo bendijo así: "¡Hombre bueno y honrado, hijo de un hombre honrado, justo y limosnero! Que el Señor te bendiga con bendiciones celestiales a ti, a tu mujer, a su padre y a su madre. Bendito sea Dios, que he visto a Tobías tan parecido a mi primo Tobit". (Tobías 9, 6)

  • Jamás tu sierva ha comido en la mesa de Amán, ni ha honrado con su presencia los convites del rey, ni ha bebido del vino que ofrece a sus dioses. (Ester 14, 17)

  • ¿No decían las gentes de mi tienda: "Quién no ha quedado saciado en su mesa"? (Job 31, 31)

  • A ti también te arrancará de las fauces de la angustia, en lugar amplio te pondrá sin estrecheces, y de tu mesa desbordará la grasa. (Job 36, 16)

  • Me preparas una mesa ante mis enemigos, perfumas con ungüento mi cabeza y me llenas la copa a rebosar. (Salmos 23, 5)

  • Que su mesa se convierta en un lazo para ellos y en una trampa para sus amigos; (Salmos 69, 23)

  • hablaron contra él y se dijeron: ¿No será Dios capaz de aderezar una mesa en el desierto? (Salmos 78, 19)

  • Tu esposa será como parra fecunda en la intimidad de tu casa; tus hijos, como brotes de olivo en torno a tu mesa. (Salmos 128, 3)

  • de la mesa de los panes de la proposición, copas, tazas, incensarios de oro, el velo, coronas y la decoración de oro de la fachada del templo. (I Macabeos 1, 22)

  • hicieron nuevos vasos sagrados, llevaron al templo el candelabro, el altar de los perfumes y la mesa. (I Macabeos 4, 49)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina