Znaleziono 51 Wyniki dla: Murieron

  • A los diez años murieron también Majlón y Kilión, y Noemí se quedó sin hijos y sin marido. (Rut 1, 5)

  • el arca de Dios fue capturada y los hijos de Elí, Jofní y Fineés, murieron. (I Samuel 4, 11)

  • El mensajero contestó: "Israel ha huido ante los filisteos; ha sido una gran derrota; murieron también tus dos hijos, Jofní y Fineés, y el arca de Dios fue capturada". (I Samuel 4, 17)

  • Y así murieron juntos el mismo día Saúl, sus tres hijos y su escudero. (I Samuel 31, 6)

  • David le preguntó: "¿Qué ha pasado? Infórmame". Él respondió: "El pueblo huyó de la batalla y muchos de entre el pueblo cayeron y murieron. Murieron también Saúl y su hijo Jonatán". (II Samuel 1, 4)

  • David continuó preguntando al muchacho: "¿Cómo sabes que murieron Saúl y su hijo Jonatán?". (II Samuel 1, 5)

  • pero los arqueros tiraron sobre tus siervos desde lo alto de los muros y murieron muchos siervos del rey, y tu siervo Urías, el hitita, murió también". (II Samuel 11, 24)

  • El pueblo de Israel fue derrotado por los servidores de David, y aquel día fue grande la derrota: murieron veinte mil hombres. (II Samuel 18, 7)

  • se los entregó a los gabaonitas, que los colgaron en el monte ante el Señor. Los siete murieron en los primeros días de la cosecha, al principio de la recolección de la cebada. (II Samuel 21, 9)

  • Y David eligió la peste. Era el tiempo de la siega del trigo. Y el Señor envió la peste desde la mañana hasta el tiempo establecido; y murieron, desde Dan hasta Berseba, setenta mil hombres del pueblo. (II Samuel 24, 15)

  • Y así murieron juntos Saúl, sus tres hijos y toda su casa. (I Crónicas 10, 6)

  • Nadab y Abihú murieron antes que su padre y no dejaron hijos, de manera que el sacerdocio recayó sobre Eleazar e Itamar. (I Crónicas 24, 2)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina